En la comunidad María del Coembotá (amanecer, en guaraní), parroquia San José Obrero de la ciudad de Goya, en la fiesta de la Natividad de la Virgen María, el obispo, Adolfo Ramón Canecín centró su homilía en lo que significa «amanecer», y en esa línea lo vinculó con el Jubileo Diocesano que «aún en medio de esta pandemia, está vislumbrando un nuevo amanecer».
«¡Cuánto sugiere la palabra Coembotá! ¡Cuánto sugiere María del Coembotá!, María del Nuevo amanecer», destacó monseñor Canecín y señaló la gratitud por celebrar el cumpleaños de la Virgen, porque su nacimiento «es un nuevo amanecer en la historia de la humanidad y en la historia de la salvación», porque se «avizora ya en su nacimiento el plan eterno del Padre Dios».
Remarcó que el nacimiento de la Virgen María llena de «alegría y de gozo porque se avizora la llegada de Aquél que es el Sol de Justicia que ilumina la mente y el corazón» y «así como el sol ilumina el nuevo día, la llegada de Jesucristo, «el Hijo de María, trajo todos los bienes para la historia, la Iglesia y la humanidad».
«Jesús llegó a través de María, por eso ella es María del Coembotá; con ella comenzó el nuevo amanecer», subrayó.
HACIA ADELANTE
Más adelante destacó los 60 años de la «creación de nuestra Diócesis», con lo cual «un nuevo amanecer comenzó» y por eso «estamos haciendo una memoria agradecida. ¡Cuántos amaneceres hemos conocido en nuestra Iglesia diocesana!», enfatizó y al invitar a hacer «memoria y agradecer», también sugirió «no quedarnos mirando hacia atrás».
Luego, al recordar el lema del Año Jubilar Diocesano que declaró por este 60ª aniversario: «Vayan juntos y testimonien mi Vida», convocó a todos los «laicos, consagradas, diáconos, sacerdotes y el Obispo; niños, adolescentes, jóvenes y adultos» a «testimoniar, y no solamente comunicar, con el estilo de vida y con el modo de ser». Y dijo entonces: «Este lema ya está permitiendo vislumbrar una Iglesia nueva, con un nuevo perfil, una nueva fisonomía. Una Iglesia que no pone el acento en el Orden Sagrado sino en el Sacramento del Bautismo», reiterando el llamado «a lo más grande, que es la santidad, ser santos porque Dios es santo y, por lo tanto una Iglesia bautismal».
Animó a «entender, comprender y vivir esto como una nueva realidad, que será como un nuevo amanecer en nuestra Iglesia» particular de la Diócesis de Goya. «Esto nos exige un gran esfuerzo, una gran comprensión y una gran conversión», advirtió el Obispo.
En comunión con el Papa Francisco alentó a una Iglesia en «permanente salida», es decir, «cada bautizado, que es miembro de la Iglesia, tiene que estar en actitud de salida a todos los rincones y esto es un nuevo amanecer, un nuevo amanecer eclesial, que es un servicio a la humanidad y a la sociedad».
«Algo nuevo está naciendo y hay un nuevo amanecer en la Iglesia», resaltó y convocó entonces a «ser protagonistas en este nuevo amanecer y en esta etapa que nos toca vivir» porque es «una etapa bella».
«La misma humanidad, aun en medio de esta pandemia, está vislumbrando un nuevo amanecer, una nueva civilización, una nueva etapa de la historia ¡Qué lindo es ser parte y protagonistas de este nuevo amanecer», concluyó.
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