Alguna vez un técnico, mirando a su plantel en formación en pleno inicio de la temporada manifestó que «siempre aparece alguien, un tapado que te cambia la ecuación».
Si tratamos de definir el presente del correntino, José Manuel López en Lanús bien podría caberle esa definición.
El chico que nació en la pequeña San Lorenzo, a fuerza de actuaciones convincentes y también goles forma parte de la dupla de atacantes de Lanús, uno de los clubes que mira a todos de arriba en las posiciones de la Superliga Profesional.
Y para muestra basta un botón. Si dividimos los 15 gritos, 10 convirtió el inoxidable «Pepe» Sand. Mientras que el juvenil de 20 años hizo 5 tantos. A su vez, el «granate» es el equipo más goleador del certamen con 20 goles. Entre los tanques del conjunto de Zubeldía representan un 75 por ciento de las conquistas de Lanús en el arco rival.
«Viviendo un sueño, me tocó llegar ya de grande al club, pero igual siento un gran cariño por este club», dice López que comienza a abrir caminos en su carrera como futbolista profesional en el club del Sur bonaerense. «Uno cuando es chico piensa que llegar a jugar en Primera División es algo fácil de alcanzar, pero la verdad que es todo lo contrario, hay que sortear muchos factores que a veces nada tiene que ver con uno».
López comenzó a tener su chance en el equipo de Luis Zubeldía en este 2021 y recrea un momento de la tarde de su presentación jugando ante Patronato de Paraná: «Ese día me pasaron muchas cosas por la cabeza, como un película, fue una alegría tremenda».
«Soy de San Lorenzo, Corrientes», dice López con orgullo y brinda más detalles para que su pintura sea exacta en el imaginario de los bonaerenses y también de los lectores de distintos puntos de la geografía nacional y más allá de estos lares sudamericanos, «es un pueblo donde hay una sola escuela, primaria y secundaria a la vez, tiene 3.000, 4.000 habitantes, donde nada es sencillo, se hace difícil estudiar y también progresar, estamos a 70 kilómetros de la ciudad Capital de la provincia y a 70 de Bella Vista (en referencia al pueblo de donde es José Sand).
«Mi mamá es ama de casa y mi papá trabajaba en barcos pesqueros y estaba entre por su labor entre Mar del Plata y Ushuaia, se embarcaba por un mes o a veces mucho tiempo más, de chico lo vimos muy poco a papá por su trabajo, y mamá hizo de mamá y también de papá, pero nunca nos faltó nada y soy un agradecido a ellos».
En el fútbol, se inició a los seis años de la mano de José Fernández en el club El Progreso, de su pueblo natal. Después, con el paso del tiempo, fue a una prueba en Saladas, a 15 kilómetros de distancia, porque iba a haber coordinadores de Boca allí. Sin embargo, lo vieron del club de ese pueblo y lo llamaron de inmediato. A Independiente, hizo todas las inferiores hasta 2016, llegó con diez años y estaba 15 días en San Lorenzo y 15 días en Buenos Aires.
«Mi papá es un hombre muy correcto y siempre nos inculcó estudiar para tener una mejor vida, me acuerdo que me preguntaron que quería para mi vida, jugar al fútbol implicaba dedicarme a eso y ellos estaban dispuestos a realizar el sacrificio por mí. Fuimos a vivir a Buenos Aires, a mi papá incluso le quedó más cerca para seguir con su trabajo, pero a mamá y mis hermanos era dejar todo para acompañarme a mi».
Cuando llegó a Sexta, lo convocaron a entrenar con el plantel profesional que dirigía Ariel Holan. En el medio, estuvo un año entero inactivo por un golpe en la espalda y, con cambio de conducción mediante, desde el «Rojo» le avisaron que no iba a ser tenido en cuenta. En 2018 lo contactaron de Lanús, para ir a una prueba, con Ariel Paolorossi -ex coordinador del fútbol juvenil- y Gabriel Del Valle Medina, «desde que llegue a Lanús me encantó la importancia que el club le da a los chicos de las divisiones inferiores».
«En Lanús me pusieron de extremo y la verdad que me fue bien y me sentí cómodo, Gabriel Medina fue un técnico que me cambió la cabeza y nos inculcó el trabajo y sacrificio».
Y sobre su llegada a Primera División en Lanús dijo: «Me llamaron por teléfono del club y me dicen tenés que hisoparte, entonces un poco que me asusto y le preguntó porque, y me contestan, no soy yo el que tiene que decir esto, pero viajas con el plantel de primera a Mar del Plata», antes tuvo mucho tiempo sin jugar, paso a Colegiales de Tres Arroyos, regresó al «granate», lo subieron a reserva hasta que un entrenamiento lo vio Zubeldía y a partir de ese momento su vida tuvo un giro de 360 grados.
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