A partir de las medidas tomadas en ciudades porteñas, empresarios correntinos consideran que en el contexto epidemiológico de la provincia, no es necesario limitar la actividad. Si bien el Gobierno de Corrientes aún no se definió, desde el sector garantizan la aplicación de protocolos con el personal y los clientes. Aseguran que nunca fueron foco de contagio.
En medio del aumento de casos de coronavirus, en Buenos Aires se anticiparon a la decisión de un bloqueo a la nocturnidad para disminuir el crecimiento de la curva. No obstante, el gobernador Valdés rechazó la imposición de medidas sanitarias.
Al respecto, empresarios gastronómicos de la ciudad consideraron que a partir de la situación epidemiológica actual de la provincia, no son necesarias las restricciones.
«Aprendimos a convivir con el virus, nos adaptamos con todos los protocolos y todas las medidas necesarias y estamos trabajando en un 50 por ciento de la capacidad para mantener el distanciamiento», manifestó a EL LIBERTADOR el propietario de uno de los bares, Ezequiel Piñeyrua.
Sostuvo además: «Siempre estamos atentos a todo y esos ámbitos nunca fueron foco de contagio».
En este sentido, señaló que en su caso, en su bar se invirtió en varios aspectos para brindar seguridad sanitaria a los clientes, por ejemplo se utilizan manteles y servilletas descartables, se ofrece un menú digital, se controla la utilización de barbijos, se obedece con los criterios municipales, entre otras cosas.
«En la situación epidemiológica que nos encontramos no es necesario restringir. Obviamente que se da un aumento notable de casos, colapsan los hospitales, será importante tomar medidas. Pero así como están las cosas no», indicó a lo que agregó que el año pasado, en el inicio de la pandemia fueron muy afectados con la paralización de la actividad durante 8 meses y después tres meses trabajando sólo en un 25 por ciento.
Explicó que desde que reabrieron, nunca tuvieron mayores inconvenientes y son muy cuidadosos en que se cumplan con las medidas. Manifestó que desde que se empezó a hablar de la segunda ola, la gente empezó a cuidarse mucho más en todos los aspectos preventivos.
Menú digital
En el caso de uno de los bares de la costanera, se ofrece un menú digital como manera de prevenir el contacto de papeles y garantizar la seguridad sanitaria.
Manteles y servilletas descartables
A partir de la pandemia, se hizo habitual la utilización de manteles y servilletas descartables. Es decir que se colocan cada vez que ingresa un cliente y se renueva todo el tiempo, previo a una sanitación de mesas y sillas.
Distanciamiento y uso de tapabocas
En cada bar o restaurante es prioridad el control del cumplimiento de distanciamiento y utilización de barbijos, por lo que las mesas están separadas y se solicita a los clientes que retiren el tapabocas sólo para comer.
Preocupación en los gimnasios
El presidente de la Asociación de Gimnasios de Corrientes, Vicente Farías advirtió que hay preocupación por el aumento de casos y posible restricciones. Los gimnasios se encuentran en la lista de afectados en caso de volver a fase 3, si es que el Gobierno nacional decreta una cuarentena federal.
Desde el sector, aseguran que el año pasado «volver a fase 3 fue más duro que la cuarentena» porque «la gente tuvo miedo, no volvió a los gimnasios y de 50 personas que trabajan solo 10 regresaron».
«Si volvemos a una fase 3 van a quedar 2 o 3 gimnasios en la ciudad», sostuvo. «Nosotros somos agentes de la salud. Los gimnasios son lugares donde la gente va a sentirse bien, a trabajar problemas o hacer rehabilitaciones, o a tratar patologías que tienen que ver con la depresión, obesidad», aseguró en diálogo con un programa radial.