Como se remarcó este jueves 21 en EL LIBERTADOR, el encuentro del miércoles entre Gustavo Valdés y el jefe de Gabinete de la Nación, Juan Manzur no fue una nimiedad. Se trató de un acercamiento luego de fuertes embates del mandatario correntino contra el Gobierno central. Y así lo reconoció ayer el ministro secretario general de la Gobernación, Carlos Vignolo.
03-POLITICA-okEn declaraciones a la prensa, el influyente funcionario destacó de «muy importante y trascendente» el encuentro en Balcarce 50, donde el propio Manzur subrayó y detalló en cuanto a la planificación de obras.
No fue un diálogo cualquiera. Se dio después de que el Gobernador lanzara munición gruesa contra la gestión de Alberto Fernández, con quien supo tener una primavera que dejó atónitos a los peronistas locales. Es que además tuvo lugar a menos de un mes de las elecciones del 14 de noviembre. «Pretendemos que después esta relación continúe como corresponde en lo institucional», sostuvo Vignolo.
«Buscamos tener un vínculo institucional, maduro. Es un punto de inflexión. Es importante mantener canales de conversación», añadió el Ministro Secretario, aceptando que en los últimos meses se habían entrecortado las vías de contacto, que otrora fueron bastante fluidas. «Ojalá podamos retomar vínculos que estaban perdidos», manifestó el «Mono», aceptando que la tesitura confrontativa asumida por Valdés en el último tiempo quebró una interacción política-institucional. «Este año, fue muy fría la relación porque no teníamos respuestas a muchos reclamos institucionales», dijo Vignolo; aunque olvidó que, en febrero, en el acto de Yapeyú, tanto Alberto Fernández como el mandatario correntino se deshicieron en elogios, postergando en el mismo evento la posibilidad de que el Presidente accediera a una conversación con los dirigentes justicialistas de Corrientes.
La relación entre el primer mandatario nacional y el provincial quedó bajo la lupa de los «compañeros», quienes vieron una predilección hacia el referente radical. Pero después llegaron los turnos electorales. Y luego de dos contundentes palizas en las urnas a favor de la UCR, Valdés infló pecho y olvidó los tratos florentinos con los que se había manejado con Casa Rosada. Arremetió con fuerza, como para marcar -a la vez- la cancha dentro de Juntos por el Cambio, donde vieron con recelo el surgimiento del correntino.
EQUIPARACIÓN
«Queremos similares presupuestos que otras provincias sobre todo como las del NEA», remarcó Vignolo, deslizando una de las condiciones establecidas desde el Taragüí a los de Balcarce 50.
A la vez, el funcionario provincial hizo hincapié en un reclamo de igualdad de trato, poniendo como ejemplo a otros distritos de la región. «Chaco tiene el doble de los fondos y no hay razón para eso», expresó.
Por último, el Mono indicó que la idea de los radicales y aliados es establecer vínculos directos con quienes toman las decisiones en Buenos Aires. «Debemos mantener las relaciones directas y personales, con Nación», consideró para resaltar el encuentro del Gobernador con Manzur: «Haber trabajado como pares es una ventaja. Es un vínculo importante», dijo.
«Hay que ver cómo evoluciona la relación con Nación. Tenemos toda la intención. Necesitamos una evolución adecuada, y como se dice en términos futboleros: que nos devuelvan redonda», agregó. «Pretendemos que éstas reuniones sigan después del 14 de noviembre. Es importante y trascendente», insistió.
DOBLE MIRADA. Es la que tiene el Gobierno central sobre Corrientes, por opiniones contrapuestas y acciones contradictorias que se relacionan con la interna que existe en lo más alto de la cúpula del Frente de Todos. Mientras, Valdés tensa la soga con discursos rutilantes en los que el blanco es el modelo centralista afianzado por las distintas gestiones justicialistas. Lo volvió a hacer anoche, durante un acto en Virasoro.
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