Cristina Kirchner tuvo que mirar todo lo sucedido este domingo electoral por TV. Siquiera estuvo en el búnker del Frente de Todos en Buenos Aires. Pero eso no evitó que la Vicepresidenta de la Nación estuviera con el teléfono al rojo vivo, atenta a lo que sucedía en los diferentes distritos electorales del país. Uno de ellos que le demandó especial atención fue Corrientes. Pero no sólo porque el justicialismo vernáculo venía de dos derrotas contundentes, sino que allí fue que la convencieron de resignar el primer lugar para su referente, Ana Almirón, para dárselo a Espínola. La casi inadvertida campaña realizada por Camau y la poca gravitación que tuvo a la hora de sumar los «porotos», habrían hecho rezongar a la líder kirchnerista.
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