El recrudecimiento de tensiones políticas entre el oficialismo y la oposición, más el forzoso aislamiento de algunos por efecto de la pandemia, postergó la fecha del encuentro entre el Gobierno y los gobernadores de la oposición. Intensas negociaciones.
03-POLITICA-6La reunión del gobernador, Gustavo Valdés, junto a sus mandatarios colegas de la oposición, con los representantes del Gobierno nacional para analizar la cuestión de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha sufrido postergaciones, por diversas razones.
Una de ellas tiene que ver con una realidad de la que nadie se salva: la nueva ola de la pandemia de Covid-19 que azota al país y al mundo. Según medios nacionales, tanto los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) como Valdés estuvieron aislados por contacto estrecho, y en el Gobierno nacional creen que si no hubieran tenido ese inconveniente, podrían haber estado presentes ya en el encuentro del miércoles con los gobernadores peronistas.
Incluso el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa (una de las figuras clave en el esquema político nacional) está afectado por la misma situación (su esposa, Malena Galmarini, tuvo Covid-19 positivo).
En medio de una nueva tensión política que se generó tras las críticas de Juntos por el Cambio a los informes del ministro de Economía, Martín Guzmán, a los gobernadores del oficialismo sobre la cuestión de la deuda, Sergio Massa habló con Gerardo Morales para bajar la tensión entre el Gobierno y Juntos, y la reunión de Guzmán con los gobernadores opositores finalmente se hará en 10 días.
El presidente de la Cámara de Diputados se comunicó el viernes último con el Gobernador jujeño, luego de la bronca que se desató en el bloque oficialista por las «exigencias» que pusieron los opositores para asistir al encuentro.
Según el portal de noticias La Política (LPO), que consultó con altas fuentes de Casa Rosada, la reunión se hará entre el lunes 17 y el martes 18 y la sede esta vez será el Congreso, que es donde pedía la oposición que se tratara la deuda con el FMI.
Massa está aislado por ser contacto estrecho de un caso positivo de coronavirus -su esposa Malena Galmarini-, por lo que se descartó que la reunión se hiciera la semana que viene, como habían hablado Morales y Alberto Fernández el martes, un día antes de que el presidente recibiera a la mitad de los gobernadores en el Museo del Bicentenario.
A ese encuentro, los gobernadores de Juntos mandaron emisarios, con la excepción de Horacio Rodríguez Larreta, que fue duramente cuestionado por sus pares.
El Jefe de gobierno porteño venía reclamando que el acuerdo con el FMI se conversara en el ámbito del Congreso y por eso ahora se espera que asista. Alberto, por el contrario, no sería de la partida ya que dice que su reunión con los gobernadores fue la del último miércoles.
El clima de tensión y desconfianza demora el encuentro
Las idas y venidas entre el oficialismo y la oposición por las reuniones informativas sobre el estado de la negociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) amenazan con perpetuarse de cara al cónclave -organizado entre cruces- del presidente, Alberto Fernández, y el ministro de Economía, Martín Guzmán, con los gobernadores de Juntos por el Cambio. La fecha y la sede del encuentro son el eje de nuevos cortocircuitos que evidencian, una vez más, las dificultades en el acercamiento entre el Frente de Todos (FDT) y la oposición.
El miércoles se celebró la primera reunión informativa de Guzmán con la mayor parte de los gobernadores y sus vices, en medio de una polémica por la reticencia de los jefes provinciales de la oposición a asistir. Finalmente, Juan Schiaretti (Córdoba), Gustavo Valdés (Corrientes), Gerardo Morales (Jujuy) y Rodolfo Suárez (Mendoza) enviaron a funcionarios de su confianza a escuchar el discurso político del Presidente y la exposición técnica del Ministro de Hacienda en el Museo del Bicentenario. Por Corrientes asistió el vicegobernador, Pedro Braillard Poccard.
El único que no mandó emisarios fue el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el dirigente opositor con cargo ejecutivo más distanciado del Frente de Todos.
Sin embargo, los tres delegados permanecieron callados, mientras escuchaban las vehementes críticas que emitieron durante el cónclave algunos gobernadores oficialistas, especialmente el bonaerense Axel Kicillof y el chaqueño Jorge Capitanich, contra Juntos por el Cambio en general, por la toma de deuda en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, y contra sus propios jefes políticos, por la reticencia a asistir al encuentro.
La presencia de delegados del interior opositor fue un logro de Alberto Fernández, que convenció telefónicamente a los gobernadores, a través su principal interlocutor, Gerardo Morales. Buscaba desesperadamente, además de informarlos sobre las negociaciones, dar una señal de cierto respaldo en el arco político al FMI, que plantea el «consenso» como una de las condiciones centrales, además de las económicas, para avalar un programa de facilidades extendidas.
PARTICIPACIÓN
En esas charlas febriles, el Presidente también logró un compromiso de parte de los opositores con cargos ejecutivos a participar de un encuentro «exclusivo» con Alberto Fernández y Guzmán, con el mismo fin de informar sobre el refinanciamiento de la deuda. El jueves, los cuatro líderes del Interior y el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, confirmaron que participarían. De inmediato, los jefes de bloque de Juntos por el Cambio exigieron estar presentes. Ya venían pidiendo, desde la semana anterior, que Guzmán asistiera al Congreso. En la Presidencia dijeron al portal Infobae que tienen planeado extenderles una invitación.
Fuentes oficiales informaron que la exposición del ministro Guzmán será muy similar a la que planteó ante los gobernadores oficialistas y los representantes de los opositores. Y acotaban que probablemente se celebre, al igual que el primer encuentro, a puertas abiertas y con transmisión de audio y video, vía streaming. También estarán presentes, nuevamente, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro.
Más allá de la confirmación del encuentro, hay cortocircuitos sobre el momento y el lugar. Aunque puedan parecer triviales, esas cuestiones son parte de la tirante negociación entre el oficialismo y la oposición. Días antes del encuentro, aún no se habían definido y había posturas contrapuestas.
Los caciques de Juntos por el Cambio, embarcados a su vez en una fuerte interna, bregaban por que la reunión se produzca el lunes o, a más tardar, el martes próximo. «Es lo que nos dijeron el miércoles cuando nos citaron», justificaron en diálogo con Infobae. También presionan para que el encuentro sea en el Congreso de la Nación, como venían proponiendo desde la semana pasada frente al cónclave del miércoles con todos los gobernadores. No quieren jugar de visitantes en el Ejecutivo y creen que el ámbito legislativo es el más apropiado para que todos los actores estén cómodos. El antecedente de las fuertes críticas que recibió Juntos por el Cambio esta semana en la Casa Rosada de parte de Kicillof y «Coqui» Capitanich, creen, les da la razón.
En cambio, en el Gobierno apuntan a la semana posterior al 15 de enero. Atan la convocatoria a la presencia de Máximo Kirchner y Sergio Massa, que se encuentran de vacaciones y regresan hacia el final de la próxima semana. Además, plantean que se realice en el Palacio de Hacienda, y no en el Congreso como piden los opositores. De todas formas, le restan importancia a los detalles operativos del encuentro. «Presionan por la fecha y el lugar cuando dejaron una deuda insostenible y ese es el problema. Buscan discutir por nimiedades, deberían ser más responsables», dijeron el viernes, con el mal sabor de las discusiones previas aún presente.
Después de los cortocircuitos del miércoles no hubo comunicación de parte de Hacienda con los líderes opositores, aseguraron en JxC. «No tenemos ninguna precisión», dijeron ante una consulta de este medio desde el entorno de Guzmán y en Balcarce 50. Después, desde el interbloque de Juntos por el Cambio y cerca de Morales, aseguraron a Infobae que habían recibido el visto bueno a un encuentro en el Congreso el lunes de la otra semana. Pero en Economía como en la Casa Rosada aseguraron que «no hay nada agendado».
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