«Estoy triste por haber perdido un compañero», si bien «es nuestro deber y el riesgo con el que corremos día a día y más con esta sequía», admitió el bombero voluntario de Yapeyú, Tino Fagúndez, al referirse a la trágica muerte de su colega José Luis Mombaj este martes, cuando volcó la camioneta del cuartel donde se dirigía a combatir un incendio forestal en zona de Guaviraví.
«Estamos sobrepasados de trabajo, es muy difícil. Nuestros medios no alcanzan y fue así que ocurrió el accidente; en el segundo viraje de agua perdió el control del vehículo, volcó y murió», dijo en declaraciones a una radio capitalina.
Agregó Fagúndez que «cada vez es más difícil atacar los incendios por la enorme extensión forestal, de campos y el calor. Yo estoy con las manos, piernas y cara quemada producto de un incendio en diciembre. Así, igualmente estoy acá haciendo lo que puedo».
«Lo importante es concientizar que esto es muy difícil. Al pirómano no le importa nada, pero la gente puede cambiar esta situación. No sabemos si lo hace por ignorancia o falta de conciencia sobre el verdadero peligro», destacó con firmeza, en coincidencia como tanto insisten sus colegas de otras ciudades, tal como informó EL LIBERTADOR precisamente en la edición de este lunes, al publicar una entrevista que Gustavo Claus mantuvo con LT 25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá, como también lo hacen Defensa Civil y movimientos ambientalistas, como Correntinos contra el Cambio Climático o Luis Martínez, entre otros sectores.
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