En La Cruz, las llamas ardieron durante días, arrasando con todo a su paso. Un incendio de grandes proporciones afectó de lleno al paraje el Orejano, destruyendo 2 mil hectáreas de plantaciones de pino.
El Municipio cruceño, con Carlos Fagúndez al frente, trabaja sin descanso junto a dotaciones de bomberos, con el objetivo de frenar el avance de los incendios. Se trabajó viernes y sábado en la construcción de contrafuegos (tal como se observa en la gráfica) con el objetivo de preservar 4.000 hectáreas más de forestación que se encuentran en peligro.
Las labores realizadas impedirán mayor destrucción de la acaecida y el avance de las llamas en la zona más poblada.
Asimismo, Bomberos Voluntarios y un avión hidrante trataban de controlar, al cierre de esta edición, otro foco ígneo sobre las costas del Aguapey, que pone en peligro importantes extensiones productivas.
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