El titular de la Fucosa, Ignacio Martínez, se refirió a las responsabilidades que le cabe a cada uno de los actores involucrados en las quemas descontroladas y el fuego que ya provocó pérdidas impresionantes. Consideró necesario pensar al escenario como «un montón de factores». De esta manera, desligó la totalidad de la culpa a los productores. Instó a replantear el sistema de prevención de incendios. Cuestionó que no se cuente con un avión hidrante «como la gente». Y que los servidores públicos deban desvivirse siendo voluntarios.
02-TAPA-POLITICA-4Ignacio Martínez Álvarez, presidente de la Fundación Correntina para la Sanidad Animal (Fucosa), conversó con LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá sobre la situación de los campos, las ciudades y los incendios.
La conversación se dio de la siguiente manera:
¿Cómo se siente y cómo ve el escenario actual, con la sequía y el fuego?
-Te diría que preocupado. Hasta que tengo un poco de tristeza, porque los productores estamos acostumbrados a las sequías e inundaciones. Convivimos con los problemas climáticos, porque es parte de trabajar en el campo. Sabíamos que se venían estos calores extremos, pero no pensamos que iba a ser de esta forma. Además, acompañados con los incendios. Me cuesta pensar que solo sea por tema de los productores, puede ser que algunos, pero no todos. Escuchaba que la culpa es del productor que enciende fuego, pero hay un montón de factores más que se están dando. Tenemos, además de un verano caluroso, uno de los más calientes de los últimos 50 años, es seco.
No estamos en época de los incendios provocados que realizan los productores.
-No. Es una práctica común en el invierno.
Por eso, para evitar confusiones.
-El mismo Inta tiene un libro grande de manejo del fuego. Hay cierta forma de trabajar en determinada época del año. Hoy, con la seca que venimos teniendo, que no hay pasto, quién va a ser el loco que prenda fuego un campo para quedarse con la nada misma.
El pasto seco tiene el valor energético de conserva.
-Sí, hay un montón de factores que se están dando. Convengamos que hay que hacer un mea culpa. Seguramente haya lugares donde alguno quiso hacer un contra fuego para evitar un fuego futuro y se le escapó, pero me parece que hay un montón de factores. Los que conocemos y estamos en los campos, tanto en las rutas nacionales, como en los caminos internos, sabemos que las líneas de tensión de luz son bastante precarias y cualquier viento tira un cable, chispea sobre pasto seco y se enciende. Me toca tener un campo familiar sobre la ruta en Concepción y te puedo asegurar que cuando pasa la máquina de vialidad a desmalezar, no sé qué es lo que hace la gente con los pañales, pero hay un montón, también vidrio, latas ¡No puedo creer, es una mugre! Entonces, todo eso es un factor más. Echarle la culpa a un sector de la quema de los campos, me parece que no es así.
Lo de los residuos es preocupante.
-Pero en la ciudad se pusieron volquetes, no hay nada más cómodo que eso. Sin embargo, te vas el domingo a la tarde y ya llegó al límite. Después hay una montaña de basura abajo. Los ciudadanos somos muy especiales. Te vas en las rutas nacionales y los colectivos de larga distancia, cuando terminan de comer hacen una bolsa de residuos y la tiran en la rotonda de 9 de Julio. ¿Qué le cuesta al colectivero dejarlo en la terminal cuando llega? Son un montón de factores. Obviamente, el clima está potenciando esta situación. Quedé varado en la ruta 119, se estaba quemando, no se podía pasar, no se veía ni la trompa de la camioneta. Por suerte había bajado la Policía un poco el paso de la gente, pero después se cortó porque ya no se veía más. Desde Curuzú hasta Concepción, era una columna de humo. Es impresionante. Eso es lo que asusta. Tendríamos que estar todos preocupados, porque es una situación de la provincia toda.
Ayer leía que hay más de 50 focos todos los días.
-Sí.
La actividad de los bomberos no da abasto.
-No. Me tocó ayudar en la zona de Yaguarí. Había bomberos de Pujol, de Curuzú. La verdad es que hacen lo imposible. Lo mejor que tienen los Bomberos Voluntarios es el factor humano. En eso no les podés decir nada, le ponen todas las ganas con cero recursos.
Además, los incendios no siempre se dan cerca de caminos.
-Por eso soy muy crítico después de la bola que se hace de esto darles 5 mil pesos a los bomberos. En verdad, una tomada de pelo. Creo que se podría hacer otra cosa. Capaz le preguntas a los bomberos y te piden más recursos sobre lo que le falta, que algo particular.
Recuerdo todos los días que son voluntarios.
-Pero hay cosas que tenemos que ver a partir de ahora con el tema de los fuegos. Tenemos que replantearnos situaciones a futuro. No podemos vender la Provincia como la primera forestal y que tenemos un montón de cosas, pero no tenemos un avión hidrante como la gente. Lo mismo con el tema de los bomberos. Ir cuartel por cuartel y preguntar: ¿Qué están necesitando? E invertir en eso. No pueden vivir de la cuota de la gente de los pueblos. Hay momentos donde tocás fondo y decís: «Está todo mal, hay que replantearse cosas». Se necesita un Estado provincial que venga y acompañe. Tenés un Gobierno provincial alejado de la situación. Desde el Ministerio de la Producción no vienen. Declararon la emergencia agropecuaria, pero obviamente es lo que tiene que pasar. Eso cae de maduro. La Fucosa está haciendo una encuesta y preguntando uno por uno a los productores si se les quemó el campo, si tiene pérdidas en los animales. Lo que nos hace falta como sector es mostrar lo que está pasando. No hay apoyo, no hay aviones, los aviones hacen dos tiradas acá y se van a otro lugar. Siempre vamos atrás del problema.
Los problemas están hoy, la solución debe ser hoy también.
-Nos olvidamos que los bomberos son voluntarios, que no tienen recursos, que nos quedamos sin luz y agua. Nos olvidamos de todo. El que maneja todo eso es el Estado provincial, tenemos que pedirle que tengan prevención, que corrijan los errores del pasado, para prevenir el futuro.
La distancia que llega el fuego con el calor y demás, no te permite estar cerca.
-Desde la Fucosa estamos haciendo estas encuestas para tomar datos y se toma también la pérdida de alambrado. En 57 encuestas que se hicieron, dieron 135 kilómetros de alambrado perdido.
Y el valor económico que esto representa.
-Hay productores que perdieron todo. Hay que trabajar sobre ellos, no en prórroga de impuestos, porque no los va a poder pagar. Y la seca de los campos que no se quemaron, es la afectación que tenemos para la producción a futuro. Vamos a entrar a un invierno sin pasto.
Esos campos que se quemaron, y si no llueve pronto, cuándo se recuperan.
-Son pérdidas grandes. El tema es la seca. ¿Cómo hacemos para trabajar sobre esto? Es una consecuencia de nuestro laburo, el tema es que se va afectar en la producción. Estamos hablando con Senasa, porque ya sé lo que va a pasar cuando se inicie la campaña. Esto es de los productores, somos ad honorem, tenemos que ver cómo palear estar situación que el Senasa te exige empezar una campaña. Estamos viendo qué posibilidades hay de atrasar y también el tema movimiento, porque también está lo comercial. Y después también tenemos que ver el tema de Afip. Cuando en Nación se decrete la emergencia agropecuaria, vas a tener venta forzosa, vas a tener que vender animales y después va a llegar Afip y a fin de año te va a decir: «Ah, usted tiene un temita de ganancia, va a tener que pagar ganancia». Y la verdad es que vendiste porque la situación era que no quedaba otra. Para mí, la solución para salir de este tema, fuego y seca, es sentarse en mesa de discusión y trabajarlo. Lo que ya está, ya está. La tendencia es que vamos a seguir con veranos así. Si volvemos a tropezar con la misma piedra el año que viene, es porque en realidad no aprendimos nada.
Cada año va aumentando en promedio la temperatura.
-Vino un funcionario del Ministerio de Producción provincial y se juntó con gente de la Municipalidad. Para mí vinieron a destiempo. Hoy, la problemática del productor es el tema sequía, incendio y qué va a pasar de acá a futuro. Y vienen a hablar de los planes que está sacando la Provincia, que son útiles, pero hay que ser coherentes con los tiempos.
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