Una familia correntina padeció el servicio de la otrora «low cost» Flybondi. Según comentaron a EL LIBERTADOR los damnificados, el vuelo que debía traerlos de regreso a Corrientes desde Buenos Aires debió regresar, tras lo cual los dejaron en Aeroparque sin ninguna explicación.
FOTO-1-ILUSTRATIVA-LA-NACION.jpgSu vuelo debía llegar este viernes por la tarde al aeropuerto Fernando Piragine Niveyro, pero el mal tiempo impidió el aterrizaje y los llevaron de vuelta a Capital Federal. Algo que está dentro de los protocolos aeronáuticos preestablecidos. Sin embargo, el problema surgió cuando, según detallaron, la empresa se desligó de la situación y les anticipó a los pasajeros que no se iban a hacer cargo de nada más.
«Era un vuelo de Aeroparque a Corrientes que, en principio, iba a salir a las 14.30 de ayer (por el viernes 4). Pero el día anterior, a última hora, nos enviaron un correo avisando que lo cambiaban para después de las 18. Sabemos que los vuelos están sujetos a cambios, pero de haber salido a la hora prevista, íbamos a llegar antes de que empezara la tormenta», relató Leandro, uno de los miembros de la familia perjudicada a EL LIBERTADOR.
El joven detalló que cuando llegaban al aeropuerto correntino, el avión intentó descender dos veces y después les avisaron la decisión de que iban a regresar a Aeroparque. «Fue un momento de mucha tensión. Por la turbulencia, mi hijito se desmayó y yo también me descompuse. Había gente mayor. Para más, cuando llegamos, las azafatas nos apuraron para que bajáramos cuanto antes y que nos iban a explicar cómo hacer para reprogramar el vuelo», agregó.
Eso no se cumplió. En el sector de retiro de equipaje, se acercó un representante de la empresa y, en lugar de tranquilizarlos por lo que había ocurrido, los alteró de la peor manera. «Vino y nos dijo que, por tratarse de una situación meteorológica, la empresa no se hacía cargo de nada ni del hospedaje, ni de la comida, ni tampoco de otros vuelos», aseveró Leandro.
Resulta conveniente mencionar que esta familia no fue la única damnificada, ya que el pasaje constaba de 180 personas. Todas pasaron por lo mismo.
Ayer, el joven y su familia esperaban por un micro para volver a Corrientes. «Conseguimos dónde pasar la noche. Mi mamá logró que la empresa le atendiera el teléfono. Supuestamente, les dijeron que nos iban a devolver la plata. Pero no sabemos si realmente lo van a hacer. Queremos que esto se sepa porque todos los pasajeros de ese vuelo lo pasamos muy mal», concluyó el angustiado pasajero de una firma que supo presentarse como una línea aérea de bajo costo, pero que en los últimos años pasó a ser casi tan costosa como la de bandera nacional.
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