Martina González Vedoya, una estudiante universitaria del segundo año de la carrera Abogacía y, con 19 años, se vuelve a preparar para debutar una vez más en el corsódromo. En diálogo con EL LIBERTADOR, contó como surgió su pasión por la comparsa Ará Berá.
¿Hace cuantos años comenzaste con esto del carnaval? ¿Hay algún legado familiar en cuanto a esto?
-Toda mi vida me crié en un ambiente de carnaval debido a mi familia. Mi abuelo, Jorge «Quico» Páparo, formó parte del grupo de personas que dio vida al carnaval; mi abuela, María Silvia Pellegrino, daba todo por Ará Berá, respiraba y vivía Ará Berá, siempre estuvo muy involucrada en todo momento; mi mamá, Claudia Páparo, y mi papá, Juan González Vedoya, ambos comparseros de hace años, se conocieron gracias a los carnavales. Tengo tíos que también fueron comparseros.
Ahora, nos toca a la nueva generación continuar con el legado familiar. Mi hermano, Tomás González Vedoya entró por primera vez en 2019; dos de mis primas entran por primera vez este año; y yo tuve el placer de ser una comparsera de Ará Berá por primera vez en 2020.
¿Por qué en la comparsa Ara Berá y no en otra?
-Mi familia entera es de Ará Berá, como dije antes, me crié en un ambiente de carnaval, más específicamente en un ambiente araberacero y gracias a eso me es imposible imaginarme entrando en una comparsa que no sea Ará Berá.
Alguna anécdota que te acuerdes siempre de vos y la comparsa.
-Siempre recuerdo cuando con mi prima Joaquina, nos íbamos todos los días a la casa de nuestra abuela Silvia para bordar el traje de Emanuel Gómez que justamente ese traje, «el Monstruo de la Laguna», salió como Mejor Traje Masculino 2019 y para nosotros fue una alegría inmensa que él ganara premio.
Preparar el disfraz y la actuación lleva tiempo y esfuerzo. ¿Con cuánta antelación comenzás con los preparativos?
-Los preparativos del traje empezamos desde noviembre y los ensayos a partir de diciembre.
¿De qué traje tenés algún recuerdo especial?
-Tengo los mejores recuerdos con el traje de 2020 donde representé a la Guerrera de Atlantis. El traje fue dirigido por mi abuela y lo hice junto con ella.
Desde el tiempo que estás, ¿ganaste algún reconocimiento o por ahora fue sólo para toda Ará Berá en general esos premios?
-Solo los premios para Ará Berá en general.
Quizás tengas amigas o amigos que también salgan en los corsos, pero en otras comparsas. ¿Cómo es tu relación ahí con ese tema? ¿Hay rivalidades, o se deja todo de lado?
-Sí. Tengo amigas en otras comparsas, pero hay una competencia sana, independientemente de que todos queremos ganar, nos ponemos contentas por el logro de cada una.
¿Cuál es tu parte favorita del carnaval?
-Uf, parte favorita del carnaval. Todo. Desde que nos dan los diseños, ir a los talleres, a los ensayos hasta la última pasada en el corsódromo.
Trabajo de las dos formas, hay cosas que las hago sola pero siempre tengo personas que me ayudan y que me dan los mejores consejos. También, tengo amigos comparseros que siempre están dispuestos a ayudar.
¿Qué expectativas tenés para la realización de los corsos este año después de la pandemia?
-Este año como no hay competencia debido a la pandemia, es ideal para salir, disfrutar y divertirse.
¿Qué es ser comparsera para vos?
-En mi caso ser comparsera es una tradición familiar, crecí entre plumas y bordados… y mi abuela siempre me inculcó la pasión y el amor por la comparsa, todo esto se lo debo a ella… es un sentimiento y pasión por el carnaval y la comparsa Ará Berá.
¿Cómo definirias en 3 palabras a Ará Berá?
Amor, pasión y alegría.
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