Alberto Fernández, junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur y al ministro de Economía, Martín Guzmán rubricaron ayer al mediodía el proyecto de ley sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que deberá debatir el Congreso desde este lunes.
La iniciativa fue enviada a Diputados, con cambios tendientes a permear la actitud opositora (y camporista) para alcanzar así una aprobación casi «de paquete».
Si bien faltan 48 horas para comenzar las discusiones en el recinto -momento cuando Guzmán asistirá acompañado de otros funcionaros- éstas ya se iniciaron puertas adentro del Frente de Todos, así como entre las paredes de Juntos por el Cambio. Posturas disímiles que evidenciaron las internas tanto del oficialismo como de la oposición.
Lo cierto fue que el Presidente buscó facilitar el apoyo de los legisladores, tanto de la oposición como de La Cámpora, desde donde recurrieron a las redes sociales para sentar postura contraria a cualquier acuerdo con el Fondo.
Por lo pronto, el Gobierno aceptó modificar la redacción del proyecto y desdobló el primer artículo de la iniciativa, pensando en la perspectiva de Juntos por el Cambio. En la versión final, el artículo primero aprueba la refinanciación de la deuda; el segundo, el memorándum de políticas económicas y financieras, así como el memorándum técnico. Es el artículo dos el que remite a los anexos con la letra chica de lo acordado con el FMI.
En su versión original, el artículo primero del proyecto -que dio a conocer la Casa Rosada- planteaba: «Apruébase el acuerdo para el refinanciamiento de la deuda entre la República Argentina y el FMI conformado por el memorándum de políticas económicas y financieras, y el memorándum técnico, que como anexos (…) forman parte integrante de la presente ley».
Con este desdoblamiento, el Gobierno pretende conseguir el apoyo de los legisladores opositores dispuestos a respaldar con su voto la autorización del refinanciamiento, pero no las medidas contempladas en los anexos, que prevén la reducción del déficit, el recorte de subsidios a la luz y el gas, y cambios en las políticas monetarias, por ejemplo.
Si bien la nueva redacción busca conseguir el apoyo de la oposición, el mensaje de envío del proyecto al Congreso incluye duras críticas al gobierno de Mauricio Macri y su gestión de la deuda contraída con el Fondo.
El motivo de las discrepancias se asienta nada menos que en la búsqueda de refinanciar la deuda de 44 mil millones de dólares contraída en 2018, cuando Cambiemos estaba a cargo del Ejecutivo.
Parte de la oposición hizo manifiesta su intención de rechazar la votación en «paquete» de todos los artículos de proyecto de ley: cómo se votará y con qué dinámica es el foco de la cuestión para los próximos días.
«Ahora, algunos dicen ‘yo quiero el financiamiento, pero no me hagas votar las políticas’. No existe. A ver si se entiende. El financiamiento está asociado a un acuerdo de políticas económicas y financieras. Es una sola cosa», explicó ayer Guzmán en el programa de radio que conduce Jorge Rial.
Desde el oficialismo destacan que la Ley 27.612 -de Fortalecimiento de la sostenibilidad de la deuda pública, que fue publicada en el Boletín Oficial hace un año- establece en su artículo dos que «todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente».
«Si se aprueba un programa con el Fondo, se aprueba su contenido. El refinanciamiento y las políticas económicas y financieras que el país propone y los puntos de revisión y seguimiento», destacan desde el Gobierno en línea con las declaraciones de Guzmán.
También aseguran que se requiere que el país pida que se refinancien los vencimientos que se producirán entre marzo de 2022 y 2024, para lo cual se presenta un plan con objetivos, metas y condicionantes, que ponderan inclusos el recálculo ante escenarios que pueden cambiar. Además, dicen que es necesaria una «garantía política», o asegurar la capacidad del Estado de llevar a cabo las políticas comprometidas.
En los hechos, la aprobación está asegurada con holgada mayoría. Tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio, priorizan la gobernabilidad y no caer en un default que colocaría al país al borde del abismo, precisamente en momentos en que el escenario incierto de la guerra entre Rusia y Ucrania ha repercutido en todos los mercados de manera acentuada.
Aníbal se refirió a la postura camporista
El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández se refirió al acuerdo con el FMI y a la posición crítica asumida desde La Cámpora, desde donde arremetieron contra el propio Gobierno horas antes de iniciarse el debate en el Congreso.
Desde Bruselas, donde fue elegido como Presidente del Comité Latinoamericano de Seguridad Interior, el funcionario consideró importante alcanzar un avance respecto a las condiciones de refinanciación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Consultado sobre las diferencias manifiestas entre el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner y el Presidente de la Nación, teniendo a la negociación con el FMI como nave insigne. Semanas atrás, el hijo de la Vicepresidente renunció a la titularidad de la bancada del Frente de Todos en la Cámara baja nacional. Y en las últimas horas, previo a debatirse el acuerdo con el Fondo en el Congreso, disparó con un video de Néstor Kirchner, donde dejaba en claro la tesitura contraria a la entidad financiera internacional.
Si hay un desajuste entre el Presidente y La Cámpora ¿Usted qué cree que deberían hacer?
-Nada, seguir trabajando. El Presidente tiene una sola cosa que hacer que es gobernar, gobernar, gobernar y gobernar. No puede hacer otra cosa. Los otros que estén dispuestos a acompañar, como es el caso mío, no dejarán de acompañar nunca. Y acompañaremos. Y el que no tenga la vocación de hacerlo, ¿qué va a hacer? ¿se va enojar uno?».
La posición diferenciada no es novedad. Días atrás el propio Aníbal remarcó que Máximo debe esperar. Si en el futuro es Gobierno resolverá lo que crea corresponder.
¿Pero usted cree que La Cámpora debe permanecer en el gobierno si no está de acuerdo?
-No, yo no soy el que tiene que hacer ese tipo de premoniciones, que no dan ningún fruto. No me dan ninguna ventaja. No sé cuál es la vocación que pueden tener y si la tienen, no lo sé. Y entonces no voy a hacer análisis político con conjeturas.
Respecto al acuerdo con el FMI que se debatirá en el Congreso, Aníbal dijo no tener dudas que se van a conseguir los votos para su aprobación.
-Al principio muchos compañeros van a votar porque tienen conciencia de la responsabilidad que significa y la altura de la situación como para resolverlo. Y muchos de los otros van a tener que acompañar, para salir de la catástrofe que ellos mismos generaron (respecto a Juntos por el Cambio).
Según el Ministro, «el acuerdo con el FMI tiene cosas por cumplirse. Dos años y medio para cumplir determinadas cosas y después otro tipo de situaciones, que seguramente se irán ordenando. Soy de los que cree que no es un acuerdo para festejar. Pero es el mejor acuerdo que se pudo conseguir, sabiendo que se peleaban con dos escarbadientes usados. No había más para pelear».
El titular de Seguridad de la Nación envió un mensaje a los críticos de esta negociación y acuerdo: «Creo que el resultado es altamente positivo. Todo lo que te dicen: ‘¡Nah, hay que ponerse firme!’. Pero ¿firme con qué te ponés? Es pura lengua. Hay que ponerse a discutirlo y a ordenarlo. Y si no, que me expliquen cómo hacemos para salir del default, cuando nunca estuvimos en default con los organismos públicos. Sería una catástrofe para la Argentina caer en default. Así que no entiendo cuál es la crítica de los despiadados, que están tan enojados para no votar. Por eso estoy convencido que lo van a votar», manifestó.
No se olvidó de la oposición, señalando que votará a favor «porque ellos se equivocaron fiero y son los que provocaron lo que está sucediendo en la Argentina. Bueno, van a tener que responder por ello. El que tenga conciencia de lo sucedido, va a tener que ponerse en la posición que corresponda, presentarse y levantar la mano. No queda otro remedio», dijo.
.