La producción total de la yerba mate en la Argentina tendrá una merma del 30 por ciento por la prolongada sequía, a lo que se suman los recientes incendios, vaticinó el vicepresidente de la Cooperativa Agrícola Liebig, Orlando Stvass, productora de una de las marcas de mayor comercialización, quien aseguró que la situación «es de desastre total».
La crisis climática afecta a esa producción, de la cual los más de 4.000 habitantes de Colonia Liebig dependen de la Cooperativa Agrícola que se dedica a ese cultivo y su reconocido producto, fundada un siglo atrás por colonos alemanes, a la que la sequía mató a sus yerbales y tras batir récords productivos en 2021 ahora se avecina un oscuro panorama por negros nubarrones que no son por la proximidad de lluvias precisamente, por las que sí se clama al cielo, aunque los daños ya existentes sean irreversibles.
«Las plantas están marchitas, el 60 por ciento está muerto, las pérdidas son millonarias y seguimos cayendo, todavía no tocamos fondo. La situación es de desastre total», relató Stvass a un diario nacional.
EL GOLPE A LOS
CONSUMIDORES
El golpe que padecerán los productores llegará al consumidor recién en 2023, porque la yerba mate requiere unos 10 meses de estacionamiento previo a su envasado. «El stock de este año está asegurado, después faltará yerba», y el precio aumentará, alertó.
Por su parte, un ingeniero agrónomo, Alberto Müller, al recorrer la plantación para mensurar daños sintetizó obre las plantas: «Se quemaron como en un horno».
«La sequía arruinó una década de investigación y desarrollo, el tiempo que le toma a la planta alcanzar su máximo productivo», apunta Müller. En Liebig «los lotes están secos y perdieron todas sus hojas. La mayoría de las plantas están muertas, ya no las recuperamos con lluvia», reporta Müller. La sequía compromete además la recolección de semillas y el ‘blend’ (la mezcla) de cada productor.
Cabe recordar que este lunes el gobernador, Gustavo Valdés recibió a representantes yerbateros, con quienes analizó un plan de apoyo para paliar la situación, que llevó al sector a perder alrededor de 4 mil hectáreas y esto significó a escala provincial una baja de un 40 por ciento menos en la producción primaria para abastecer al mercado, se dijo en esa reunión de la cual se informó EL LIBERTADOR en su edición de ayer.
Este abril no tendrá el
pico de cosecha habitual
Cada abril empieza el pico de la cosecha de yerba mate, pero este año no hay hojas en Colonia Liebig para recolectar, comentó Orlando Stvaas, para admitir que aún no se puede medir la magnitud del problema social, porque «el 90 por ciento de la cosecha se hace manualmente y la gente va a quedar sin trabajo. No sé qué vamos a hacer».
Sólo en esta localidad, como se indica en la nota principal, esta producción involucra a un millar de trabajadores en forma directa, pero otros miles serán afectados. «Va a ser un problema social terrible», remarcó el dirigente cooperativista al recordar que Liebig «se ufana de tener ocupación plena». Pues esta vez no será como siempre.
PARA destacar
La producción argentina tuvo en 2021 el mejor rendimiento de los últimos cinco años con un récord de 882 millones de kilos, un salto del 8,5 por ciento respecto a 2020 y de casi 28 por ciento respecto a 2017. «Esperamos que ese colchón suavice la caída», se esperanza Orlando Stvass.
«Para este año podemos tener una merma del 30 por ciento en la producción total de yerba mate en la Argentina, eso es algo importantísimo y va a ser trasladado a precios», vaticinó Stvass.
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