Varias personas alertaron a través de las redes sociales, haber sido víctimas del intento de un nuevo tipo de estafa en los últimos días. En esta oportunidad, se trata de personas que se hacen pasar por un familiar bajo la excusa de que cambiaron el número de teléfono. La recomendación es prestar atención a los contactos desconocidos y no darles información sensible.
«Hola hija, cambié mi número», decía el mensaje de una persona que compartió capturas de pantalla del chat con el o los delincuentes. Una vez que reciben cualquier tipo de respuesta, proceden a pedir algún tipo de favor, que puede ser monetario o información sobre otra persona a la cual intentarán engañar.
En el caso señalado, el desconocido se hacía pasar por un familiar directo y pedía 5.000 pesos. «Te los devuelvo hoy», agrega e insiste tratando de apurar la gestión. «Tengan cuidado», pedía esta persona que decidió compartir su experiencia a través del sitio Policías Trabajando.
CONSEJOS
Son constantes las denuncias por estafas concretadas o intentos de todo tipo que se llevan adelante al amparo de las redes sociales. Los casos aumentaron todavía más con la llegada de la pandemia y la sobreutilización de la virtualidad para gestionar todo tipo de trámites. Sin embargo, pese al paso del tiempo, los delincuentes virtuales redoblan la apuesta de manera permanente, adaptándose también con nuevos artilugios para tratar de captar a algún desprevenido.
Para evitar que nuevas personas sean víctimas de este tipo de accionar, la Policía de Corrientes envió varias veces las recomendaciones a tener en cuenta para no caer en el engaño.
En primer lugar, la comunicación especialmente a los niños, jóvenes y adultos mayores que pueden ser blanco de los delincuentes virtuales. Se les debe prevenir sobre posibles llamadas de personas extrañas que intentan hacerse pasar como familiar en riesgo como en el caso antes mencionado, o que pretendan cambiar o vender dinero.
Lo siguiente es no suministrar, ni aportar datos propios o de familiares. No responder ante consultas sobre disponibilidad de dinero o acerca de información personal como números de teléfonos u otros datos sensibles.
Si el mensaje que se recibe da cuenta de un presunto secuestro, no se debe acatar la orden de mantener abierta la comunicación con el supuesto secuestrador. «Deben inmediatamente realizar las consultas y llamadas al teléfono de la persona supuestamente secuestrada y/o teléfonos de otros familiares que puedan corroborar la ausencia de la supuesta víctima privada de la libertad», remarcan desde la Policía.
En estos casos «tampoco se debe aportar al supuesto secuestrador, identidad, características, prendas de vestir, ni otros datos que utiliza el estafador para desarrollar su maniobra y preferentemente, mediante la utilización de otro móvil telefónico, simultáneamente llamar al 911, a la Comisaría de su barrio y/o también al 3794-422-931 (Delitos Complejos)», agregan.
En todas las situaciones, la clave es manetenerse siempre alerta. Los mecanismos de estafa cibernética son cada vez más complejos y cualquiera puede ser víctima si no se está al tanto de la situación. Más todavía, cuando el o los delincuentes apelan a la angustia y se hacen pasar por un ser querido en apuros como en el caso mencionado al principio.
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