Interrumpidos por dos años de pandemia, los alumnos de todos los niveles educativos de la provincia volvieron a las aulas el pasado 2 de marzo. Un mes después, sorteadas ya todas las cuestiones referentes al protocolo sanitario, a muchos tutores les queda todavía otro problema por resolver: conseguir los manuales que los establecimientos exigen para el cursado de sus hijos.
Los grupos de Whatsapp de cada curso se convirtieron en un espacio en el que padres y madres se ayudan para tratar de conseguir los libros para que sus hijos no se atrasen. Sin embargo, además de los precios elevados (algunos manuales se venden por encima de los mil pesos cada uno), también deben enfrentarse a la escasez de estos materiales en las librerías de la ciudad. El tiempo pasa y al día de hoy, transitando la sexta semana de clases, es elevado el número de alumnos que todavía no tienen sus manuales de estudio.
En este contexto, no son muchas las alternativas para quienes no pueden adquirir los ejemplares nuevos. Algunos optan por las fotocopias, lo que hizo surgir el negocio de personas que los ofertan a menor costo que los originales y con precios que varían dependiendo si son a color, anillados, completos, por capítulos o si incluyen algún accesorio.
Otros recurren a los usados de alumnos de años anteriores, que se venden también más baratos, pero muchas veces no en muy buen estado y eso también se convierte en una dificultad para los alumnos a la hora de utilizarlos.
EL OTRO
ESPACIO
Si en los grupos de Whatsapp los tutores se pasan información sobre lugares, precios y alternativas, los grupos de compra y venta de Facebook también son el nuevo espacio en el que muchas personas se ayudan mutuamente sin siquiera conocerse.
En las últimas semanas, estos sitios se mostraron colmados por la oferta y la demanda de los materiales de estudio de tutores de la Capital. «Busco estos tres libros, alguien los tiene para vender, por favor»; «Vendo estos libros, consultar precios por privado», son el tipo de mensajes que inundan estos grupos. En la mayoría de los casos, son los mismos ejemplares que no se consiguen en las librerías.
De esta forma, el regreso a la presencialidad no sólo representó un desafío para los docentes, también lo es para los tutores que lo siguen sobrellevando.
Escasez
de papel
«La escasez de papel para los libros es un problema que afecta hoy a la industria editorial internacional de distintas formas. El mundo del libro está experimentando los impactos logísticos negativos del Covid debido en gran parte a la escasez de mano de obra y suministro y a problemas de transporte. En la Argentina, el papel de fabricación nacional Bookcel también ha sufrido estos problemas y hoy no es posible encontrarlo en el mercado», había dicho a principios de año María Inés Redoni, presidenta de la Cámara Argentina de Publicaciones.
Es una de las aristas del problema que enfrentan los tutores: la escasez de la materia prima de los libros de texto de las escuelas. Esto deriva en la falta de stock, el aumento de los precios y, en consecuencia, la demora de la llegada a las aulas.
.