El Frente de Todos no cuenta con los números como para ahondar en una cuestión crucial para el poder central: la integración del Consejo de la Magistratura. La oposición cree que la ley no pasará en Diputados, por lo que enviarán a Sergio Massa y a Cristina Kirchner las designaciones de sus delegados parlamentarios. Si las autoridades de las cámaras no las firman, irán a la Justicia. Mientras, el oficialismo intenta jugar una última carta para poder lograr avanzar en la sanción del proyecto de ley que modifica la composición del Consejo. Sin el número necesario de votos y con un límite de cuatro días hábiles para que sea tratado en Comisión y llevado al recinto, busca extender los plazos.
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