Con el aumento sostenido de precios además de conocerse la inflación de marzo la semana pasada, la más alta desde hace 20 años, para el que el Nivel general del Índice de Precios al Consumidor registró un alza de 6,7 por ciento y un aumento de 55,1 por ciento comparado con igual mes del año anterior, el presidente, Alberto Fernández vuelve al rodeo tras los días que si bien seguía en contacto con la gestión, se dedicó con mayor atención «a cambiar pañales» por el nacimiento de su hijo, como dicen que respondió ante especulaciones de que retomaría hoy la actividad en su despacho con anuncio de cambios en su Gabinete.
Al comentarse que eso no sucedería y que sí avanzará con decisiones respecto al flagelo inflacionario, las expectativas de los ciudadanos, por ahora sumida en la incertidumbre de cara al futuro, intenta asomar con el fin de ver una luz en el camino pedregozo de la economía, que a la inmensa mayoría de argentinos la hunde en la depresión, la tristeza y la irascibilidad por no poder, pese a cualquier esfuerzo que haga, llegar a fin de mes.
Los elementos básicos de la alimentación, no siempre saludable como recomiendan los profesionales de la Salud, son los que más suba de precios experimentan en este mes que ya ingresó en la segunda quincena.
EL CAMPO
PROTESTA
Ayer a la mañana, el presidente de la Sociedad Rural de la localidad santiagueña limítrofe al Chaco, Juan Monin convocó al sector productivo a sumarse en cada región con manifestaciones el próximo sábado 23 al tractorazo que tendrá por epicentro a Buenos Aires, que organizado por productores autoconvocados para manifestar el rechazo de las políticas agropecuarias del Gobierno nacional. «Es imposible seguir soportando 180 impuestos, la presión tributaria es enorme», sostuvo el dirigente ruralista.
También coincidió con la voz de otros productores que ya expresaron, sobre las cuestiones que impulsan la protesta, que «lo que motiva y cruza transversalmente a cualquier tipo de producción y habitante, es la alta presión impositiva en todos los sectores, sobre todo en el productivo, pero que afecta a los más necesitados, porque la pobreza es la que más caro paga toda esta presión impositiva», sostuvo Gastaldo.
Consecuentemente, el reclamo es más abarcativo y se convoca a las instituciones de diferentes sectores y de todas las regiones.
«RENTA
INESPERADA»
Finalmente, el ministro de Economía de la Nación, Martín Guzmán se llevó el jueves a todo su equipo a la residencia presidencial de Chapadmalal, con el fin de avanzar con propuestas que permitan recuperar los efectos de la inflación en los salarios.
Las medidas están focalizadas en la «renta inesperada» que tuvieron algunos sectores y no sólo el campo, como se especuló en un principio, lo que este domingo fue tema de debate en canales nacionales de televisión.
La carne, por las nubes
Un informe de Focus Market dio cuenta de la inflación acumulada de alimentos, comparando los tres últimos periodos presidenciales durante sus primeros 27 meses de gestión para los tres casos, como publicaron medios nacionales. En el caso del icónico asado señala que tuvo un salto del 235 por ciento en los primeros 27 meses de gestión de Alberto Fernández, mientras que en los primeros 27 meses de gestión de Cristina Fernández la suba de precios de este corte fue de 54,11 por ciento y del 36,89 por ciento con Mauricio Macri. «Cuando evaluamos la inflación histórica de la Canasta de Cortes de Carne nos encontramos que al asado le siguen la nalga con un 219,2 por ciento, la picada con un 218,4 por ciento, la paleta con un 217,6 por ciento y el cuadril con 203,2 por ciento, todos los aumentos en el mismo periodo presidencial», destacó el informe.
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