Después de dos años se volvió a realizar la tradicional procesión por el Día de la Cruz de los Milagros, por las calles cercanas al templo que alberga el madero sagrado. A las 18, fue la misa central, presidida por el arzobispo emérito Domingo Salvador Castagna.
El feriado provincial, que rige en la Capital y seis localidades, permitió que la procesión tenga una gran convocatoria, a tal punto que ocupó unas cinco cuadras. El recorrido abarcó las calles Belgrano, Buenos Aires, 25 de Mayo, Salta y Belgrano nuevamente.
Vale mencionar que ni el arzobispo Andrés Stanovnik ni el obispo auxiliar José Adolfo Larregain participaron de la festividad por encontrarse en Buenos Aires para participar de la Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Argentina.
De todas maneras, enviaron un comunicado en el que se driegorn al pueblo correntino con las siguientes palabras: «Con todos ustedes damos gracias a Dios por habernos dado raíces y alas para reconocernos a lo largo de los siglos como pueblo correntino. Raíces sólidas que se hunden en la savia que brota de Cruz y alas con las cuales hemos podido abrirnos a otros pueblos, que se integraron a nuestra convivencia. Junto a la Cruz está María, también desde los orígenes, plasmando la identidad de nuestra devoción a la Tierna Madre de Itatí, abrazando a todos y enseñándonos a caminar juntos».
Luego, expresaron: «Y también con todos ustedes, ante la Santísima Cruz de los Milagros, desde la que reina glorioso Nuestro Señor Jesucristo, invocamos la poderosa intercesión de María de Itatí, pidiéndole que nos alcance la gracia de no perder las raíces de nuestra identidad, asentadas en la amistad social, el esmero en la atención de los más vulnerables, y en el progreso que se distinga por el compartir fraterno y por el cuidado de la casa común; y nos dé alas para desplegar espacios de escucha, de diálogo y de confianza con todos».
Finalmente, enviaron un» fraterno abrazo a los gobernantes y pueblo correntino», y la bendición de Dios.