El papa Francisco canonizó este domingo 15, a la primera santa de Uruguay, la religiosa ítalo-uruguaya María Francisca de Jesús, cuyo verdadero nombre era Ana María Rubatto, ante unas 60.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano.
El pontífice argentino, vestido con sobrios paramentos sagrados en blanco y sentado debido a los dolores de rodilla que padece, pronunció la fórmula en la latín con la que proclamó santa a Rubatto (1844-1904), quien dedicó parte de su vida a ayudar a los pobres de varios países de América del Sur.
La monja fue fundadora de la Congregación de las Hermanas Capuchinas, y se le aprobó un milagro por la curación de un menor uruguayo.
Durante la ceremonia, la primera en tres años debido a la pandemia de coronavirus, fueron proclamados otros nueve santos, entre ellos el místico francés Charles de Foucauld (1858-1916), el periodista holandés Tito Brandsma, ejecutado en el campo de exterminio nazi de Dachau en 1942, y Lázaro, un mártir hindú del siglo XVIII.
Durante la misa en latín, con cantos y letanías, se pronuncia el tradicional verso en latín en el que se pide que los 10 candidatos sean inscritos en el llamado Libro de los Santos para que se sean venerados por la Iglesia.
«Nuestros compañeros de viaje, hoy canonizados, vivieron la santidad de este modo: se desgastaron por el Evangelio abrazando con entusiasmo su vocación -de sacerdote, de consagrada, de laico-, descubrieron una alegría sin igual y se convirtieron en un reflejo luminoso del Señor en la historia. Intentémoslo también nosotros», dijo.
DW
Fotos: gentileza Vatican News, DW