Hoy sesionará el Senado, pero no tratará el tema de la paridad. El mismo bloque oficialista tiene aún disparidad de criterios. El dilema es: aprobar la ley tal cual viene de Diputados o introducirle modificaciones.
03-POLITICA-16La Cámara de Senadores de la Provincia sesionará de nuevo hoy, pero no tratará un tema que se ha instalado con fuerza en la agenda político-institucional: el proyecto de ley de paridad de género, que ya cuenta con la media sanción de la Cámara de Diputados.
Pese a la expresión unánime de todos los integrantes del cuerpo legislativo en el sentido que existe una clara voluntad de aprobar una norma que tiene una amplia demanda social, lo cierto es que aún no hay acuerdo en la propia bancada del oficialismo. Para plasmar su iniciativa, el Gobierno provincial cuenta con siete votos y le falta uno para que el proyecto salga sin modificaciones, tal cual como viene de Diputados.
La oposición y el otro sector de la UCR apuntan a introducir modificaciones. El peronismo, aunque impulsa un proyecto propio, parece dispuesto a consensuar. En tanto, el sector que lidera el ex gobernador, Ricardo Colombi, aunque ha bajado un cambio en su posición final más dura, quiere algunas modificaciones menores.
Todo indica, de acuerdo a lo que pudo recoger este medio en ámbitos parlamentarios, que el gobernador, Gustavo Valdés no quiere que se toque ni una coma del proyecto original.
En una posición de máxima, el Gobernador aspiraba a que la ley salga por unanimidad sumando al PJ y, en una de mínima, que Colombi transija en aceptar el texto que vino de Diputados allanándose a la ofensiva del Poder Ejecutivo que apuesta a que el senador Enrique Vaz Torres incline la balanza dándole el octavo voto.
El espíritu machista del Gobierno correntino contrasta con lo que ocurre en la otra orilla del Paraná, donde el gobernador Jorge Capitanich tiene una vicegobernadora. Además, la Presidente de la Legislatura y la del Superior Tribunal chaqueños, son mujeres.
El oficialismo provincial, en tanto, muestra una fórmula gubernamental de hombres, lo cual se repite en Goya como en Capital. En el Superior, los cinco ministros son hombres y las tres principales autoridades del Senado son del sexo masculino.
TODOS DE
ACUERDO, PERO…
En este contexto todos hablan de la paridad, pero a la hora de la verdad esas expresiones no se traducen en decisiones concretas.
A esta tensión subyacente en el oficialismo provincial, donde el Gobernador y el Presidente del partido están en veredas opuestas al menos hasta ahora, se suma el impacto que ha causado en el Senado la intimación de la Justicia que ha advertido la posibilidad de aplicar sanciones fuertes si perdura la indefinición en torno a la inexplicable vacante en la Defensoría del Pueblo.
Esta prolongada vacancia es producto también de la falta de acuerdo en la propia bancada radical, mientras desde el peronismo se ha dejado en claro que la única posibilidad de declarar desierto el concurso es que la Comisión no logre acuerdo en la nominación, rechazando algún atajo que implique incumplir la ley.
Así las cosas, paridad, voto joven y el tema Defensor del Pueblo formarán a partir de ahora un combo en el que en el fondo se jugará mucho más que tres cuestiones a resolver.
En concreto hay una pulseada de poder, con el telón de fondo de la definición del primer candidato a senador del oficialismo y lo que desde ya es una realidad: la necesidad que tiene Encuentro por Corrientes de proveer un candidato competitivo para el 2025.
De hecho comienzan a jugarse cosas importantes en la política de Corrientes sin dejar de considerar que el 2023 podría deparar la posibilidad de que un correntino esté en una de las fórmulas presidenciales, en una elección que todo indica estará para alquilar balcones con un escenario inédito en el que, al menos en la primera vuelta, no habrá polarización.
Lo que está claro es que habrá ballotage, lo cual torna difícil las candidaturas tanto de Cristina Kirchner como de Mauricio Macri, que personifican ambos lados de la grieta, con una Corte Suprema que acumula poder con tres hombres en su seno, peronistas, pero con cintura política y una clara decisión de ubicarse en el centro del tablero institucional.
.