El 21 de agosto de 1856 se puso a la venta la primera estampilla argentina en la provincia de Corrientes, promovida por el gobernador Juan Gregorio Pujol, lo que el antropólogo Humberto Miceli evocó como «una idea revolucionaria que impulsó la comunicación y la integración de los correntinos».
A 165 años de la creación del sello postal, no hay rastros en la provincia de aquella primera edición diseñada por el francés Matías Pipet con la efigie de Ceres, diosa de la agricultura en la mitología romana, y sólo quedan algunas estampillas «sueltas» que conserva un coleccionista en sobres de cartas enviadas.
HERENCIA
Las planchas de estampillas más antiguas que se conservan con esa imagen están en el Archivo General de la Provincia. Datan de 1871 y fueron donadas por el coleccionista Carlos Micheli, que heredó de su padre Pablo la pasión por la filatelia.
«No se conoce la existencia en Corrientes de ninguna plancha de las estampillas de un real de la primera edición», contó en diálogo con Télam y precisó que tiene en su colección 15 estampillas sueltas en correspondencias de 1856.
El filatelista destacó que entre ellas hay una carta que fue enviada un mes después de la creación del primer sello postal, desde la ciudad de Corrientes a la estancia Rincón de San Pedro en el Departamento de la Restauración, hoy Paso de los Libres.
Sin embargo, aseguró que hay una plancha de estampillas, con 32 sellos de las originales que se crearon en Corrientes, en la colección de «un gran coleccionista» que vive en Buenos Aires, sin precisar más datos.
MODELO
Pipet tomó un sello de Francia con la efigie de la diosa Ceres como modelo a imprimir y fabricó la matriz con ocho troqueles de cobre atornillados sobre madera. Con la figura de Ceres y la inscripción de «Corrientes» en la parte superior y en la inferior «Un Real M.C», se constituyó la plancha o matriz de impresión, detalló Micheli en un escrito de investigación.
EL MISTERIO DE LOS SELLOS SUSTRAÍDOS
El director del Archivo General de Provincia, Enrique Deniri, se lamentó en diálogo con Télam que «en la cuna de la estampilla argentina, no existe ningún ejemplar». «No hay planchas de estampillas de la elaboración original de 1856», expresó, y relató que en el Archivo, donde existen documentos de la época que deberían tener el sello postal «detectamos que fueron sustraídos, tal vez por algún coleccionista».
Fuente: Télam