El 2 de abril se cumplirán 40 años de inicio de la guerra de Malvinas, un conflicto que duró algo más de dos meses, dejó unos 1.000 muertos y heridas abiertas hasta hoy. El dolor permanece en tantas familias argentinas, pero a veces hay momentos que ayudan a sobreponerse a la pérdida.
Elma Pelozo, “una madre malvinera” como se define, recibió en su casa a Geoffrey Cardozo, el ex oficial británico que estuvo a cargo de buscar a su hijo el ex combatiente Gabino Ruiz Díaz, caído en la lucha e inhumarlo en el Cementerio de Darwin, que él mismo ayudó a crear. Cardozo, junto al ex combatiente argentino Julio Aro, quien se sumó a la visita, fueron candidatos al Nobel de la Paz por su trabajo para ubicar e identificar los restos de los soldados argentinos enterrados en el Cementerio de Darwin en las Islas Malvinas tras la guerra.
Luego de un largo viaje nocturno que se mantuvo en secreto, Cardozo llegó a Colonia Pando, acompañado por Aro y el realizador audiovisual Miguel Monforte, presidente y secretario de la Fundación No me olvides, respectivamente.
El emotivo reencuentro se produjo un día de lluvia, repleto de charlas, recuerdos y anécdotas. La reunión había sido planeada hacía un tiempo, en uno de los viajes que hizo Cardozo a la Argentina. Sin embargo en ese momento no pudo concretarse, ya que tanto él como la delegación que lo acompañaba, recibieron una serie de amenazas. Pero la espera valió la pena y 40 años después, Elma y Geoffrey pudieron conocerse y sumergirse en un sentido abrazo.
“Nunca dudé que Geoffrey tenía que llegar a mi casa, porque yo recibo a todos lo que quieren venir, soy una mamá malvinera y muchos me quieren conocer, y a todos les doy la oportunidad. Y Geoffrey aquella vez quiso conocerme, y por culpa de una maleducada que originó ese problema, Geoffrey no pudo llegar”, dijo Elma en relación al grupo de veteranos de guerra locales que, armados, cortaron las rutas de acceso a su casa para impedir la llegada de Geoffrey.
En relación a su encuentro con Elma, Geoffrey Cardozo dijo: “Yo no imaginé cuando tuve en mis brazos a Gabino antes de inhumarlo que un día iba a encontrarme con su madre, y cuando con mi mano tomó la mano de esta mamá argentina siento algo muy especial, porque he perdido a mi propia madre hace 10 años. Siento una felicidad tranquila y profunda de tener a este personaje en mi corazón para siempre”.
“Estoy muy orgullosa de la visita de los tres pero en especial de Geoffrey que hizo mucho por los chicos de Malvinas. Mis brazos se hacen cortos para abrazarlos y no tengo como agradecerles a Geoffrey, Julio y Miguel, a los forenses por su trabajo y a los miembros de la Fundación No me olvides”, finalizó Elma.
Fuente y fotos Vía País