Por Iván Carrino
En la Argentina rige, desde septiembre de 2019, un sistema de control de cambios que restringe la posibilidad de comprar dólares al tipo de cambio oficial y que dio lugar a la existencia de una brecha cambiaria, hoy cercana al 90 por ciento.
En el debate político existe relativo consenso de que este control, llamado «cepo», debería eliminarse. Sin embargo, algunos dicen que esto no se puede hacer de la noche a la mañana.
Recientemente, el Jefe de Gobierno porteño y candidato a presidente, Horacio Rodríguez Larreta, advirtió que si se salía del cepo «en 24 horas» eso podía hacer que el precio del dólar subiera hasta los 5.000 pesos.
Los dichos del Jefe de Gobierno parecen ir directamente en contra de su competencia en la interna de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, quien afirmó que en su espacio están de acuerdo con eliminar el cepo de la forma más rápida posible.
Independientemente de si hay que sacar el cepo rápido o despacio: ¿cuál sería el tipo de cambio al cuál se unificaría el mercado una vez que el cepo finalmente se elimine?
La respuesta rápida es que se irá al precio que esté vigente, en el momento de la eliminación, en el mercado paralelo. Es decir, si el dólar oficial el día que se elimine el cepo está en 300 pesos, y el paralelo en 600, la teoría y la historia nos indican que el mercado de cambios se unificará muy cerca de los 600 pesos.
¿Por qué? Abajo puede leerse una justificación.
PRECIO MÁXIMO
Para entender por qué el dólar no se dispararía a cualquier valor si se sale del cepo rápido, es necesario entender qué es un control de cambios. Para explicarlo en términos sencillos, un control de cambios es un precio máximo que el Gobierno establece sobre el valor del dólar.
Es decir, anticipando que el dólar va a subir, y no queriendo aceptar esa realidad, el Gobierno decreta que el valor del dólar ya no se va a regir por el libre juego de la oferta y la demanda, sino que no va a poder subir del nivel que determinen las autoridades.
En la actualidad, el precio máximo para el dólar es el del mercado oficial, que hoy está en los alrededores de 270 pesos.
¿Cuál es el precio que establecería un mercado libre? La respuesta es sencilla: el precio que tiene el dólar en el mercado paralelo. Allí no hay restricciones de ningún tipo para comprar y vender, y todos los compradores sacian sus necesidades de comprar, mientras que todos los vendedores satisfacen sus ganas de vender. Por definición, ese es un «precio de equilibrio», o precio libre.
Ahora bien: ¿qué pasa cuando el Gobierno establece un precio máximo en 270 pesos, por debajo del valor de equilibrio, que es -aproximadamente- de 480 pesos? Que las cantidades de demandas aumentan, pero las cantidades ofrecidas disminuyen, dando lugar a un faltante de dólares.
Este proceso, que se grafica en cualquier curso introductorio de economía con la imagen que puede verse (en la gráfica), es el que hace que hoy en día no todo el mundo pueda acceder al mercado de cambios «oficial», y que, si alguien lo hace para ahorrar, no pueda llevarse más de 200 dólares por mes.
El cupo de dólares es el resultado, y una prueba más, de que el dólar oficial es un precio máximo que se encuentra por debajo de su equilibrio de mercado.
EL MERCADO SIN CEPO
Una vez que se comprende esto, es fácil ver por qué si se elimina el cepo cambiario de un día para el otro, el dólar no se va a 5.000 pesos ni a 10.000, ni a ninguna cifra arbitraria y estrafalaria.
Es que levantar el cepo al dólar simplemente consistiría en eliminar el precio máximo y dejar que el mercado encuentre su equilibrio, hoy bien señalizado por el dólar paralelo. Si se elimina el cepo de un día para el otro, entonces, el dólar oficial subiría, claro está, pero no a cualquier parte, sino simplemente hasta que se restablezca el equilibrio que el control había roto.
Esta argumentación no es un razonamiento puramente teórico, sino que es lo que ya ocurrió cuando, el 16 de diciembre de 2015 el Ministerio de Economía y el Banco Central decidieron eliminar el cepo cambiario de un día para el otro.
En ese entonces, el dólar «oficial» cotizaba en 9,80 pesos, mientras que la divisa en el mercado paralelo se conseguía por 14,6 pesos, siendo la brecha cambiaria de un 48,1 por ciento. Al día siguiente, el Gobierno anunció el fin del control de cambios y Argentina pasó a ser un país más normal. Solamente existía ahora un precio para el dólar, y su cotización cerró ese día en alrededor de 14 pesos, algo por debajo del precio libre. Es decir, el dólar no se disparó a cualquier lugar, sino que simplemente fue a buscar su valor de equilibrio, que era el que marcaba el precio en el mercado paralelo.
En conclusión, se puede discutir si hay que abrir el cepo rápido, despacio o qué medidas deberían complementar dicha apertura. Sin embargo, afirmar que si se abre el cepo vendrá la catástrofe, o que el dólar se multiplicará por 5, por 10 o por 20 es negar la teoría económica básica y la evidencia empírica disponible.
El autor es titular de Icya e Investigador Asociado del Centro Faro de la Universidad del Desarrollo, Chile.
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