San Martín de Corrientes afronta hoy una cita trascendente, cuando a partir de las 19 visite en el Ángel Sandrín a Instituto de Córdoba, en el quinto juego de la llave semifinal de la Liga Nacional de Básquetbol que marcha 2 a 2. El partido será transmitido a todo el país por la señal de TyC Sports.
La expectativa es tremenda y una muestra de ello es que las entradas están agotadas. Y no es para menos, el ganador sacará boleto para enfrentar en la gran final a Quimsa de Santiago del Estero, manteniendo intacto el sueño de ser campeón.
Repasando lo que fue hasta acá la llave, Instituto se hizo fuerte en sus dos primeros compromisos de local, con sendas victorias ajustadas sobre el «Rojinegro», 83 a 76 y 90 a 84, respectivamente.
Luego, en Corrientes, los de Vadell primero descontaron la desventaja con un categórico 97 a 67 y lo más inmediato se dio el sábado pasado, con un épico triunfo 74 a 73, gracias a un doble en el cierre de Leo Mainoldi, revirtiendo una historia que parecía imposible darla vuelta, remándola de atrás en casi todo el desarrollo del partido.
San Martín se viene apoyando en una defensa fuerte e intensa, que no en vano es una de las mejores de la competencia, además de una muy buena eficacia en triples, como lo demuestra el 48 por ciento de aciertos que tuvo en el segundo y tercer juego, que mermó en el cuarto, pero que siempre le da vía de gol cuando las papas queman.
También en la lucha rebotera San Martín ha sacado enorme provecho, ganando los recobres en los cuatro partidos de la serie (137-117) y se impuso en los rebotes ofensivos, principalmente en el cuarto encuentro: 14 contra 4.
Así las cosas, el equipo correntino sabe que tiene armas y material de sobra para poder ganar en el Sandrín ante un rival difícil y que se potencia en su casa, como lo es Instituto, que no obstante no es ningún cuco.
Y la esperanza sanmartiniana se resume en las palabras de Gastón García, una de las variantes utilitarias que tiene Diego Vadell, que en la previa manifestó: «Estamos convencidos de que se puede ganar. Nos gusta la presión de tener que salir a ganar como visitantes. Somos un equipo largo y tenemos argumentos para aspirar a que sea una noche positiva».
En la misma sintonía, el coach Diego Vadell se permitió señalar que «nada ni nadie nos puede quitar la ilusión de llegar a la final. Estamos donde queríamos, en un quinto partido, donde tanto nosotros como Instituto vamos a jugarnos el todo por el todo».
A su vez, Gastón Whelan, jugador de Instituto, tras dejar atrás la decepción por cómo se les escapó el cuarto punto, sostuvo: «Ya dimos vuelta la página. Ahora la presión es 50 y 50. Estamos en la misma situación, el que gana continúa y va a la final y el que pierde se va de vacaciones, así que la presión es igual para ambos equipos».
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