El flagelo de las adicciones avanza con la caída de más víctimas del enriquecimiento de los delincuentes que la comercializan, situación a todas luces expuesta en el país y en la provincia, donde pese a los esfuerzos no se logra contrarrestar el mal y optimizar la asistencia de los adictos por algunas necesidades que padecen las instituciones que se dedican a esa misión desafiante.
En una entrevista con el diario digital Actualidad Esquina, la coordinadora del Centro de Atención a Problemas de Consumo de la ciudad, Rosa Kuhn, abordó los objetivos de la institución y los inconvenientes que dificultan una tarea óptima.
Pese a la dedicación en la atención a familias y consultas, la ausencia de personal remunerado y la búsqueda de soluciones ante la falta de un profesional en Psicología, destacan las dificultades actuales.
La entrevista más que oportuna de ese prestigioso medio de comunicación de Esquina, revela la realidad del Centro, donde voluntarios trabajan incansablemente sin sueldos, cobrando sólo becas, en tanto su Coordinadora debe salir a desmentir información incorrecta difundida en redes sociales y a advertir además sobre la estigmatización del lugar. En ese sentido, Rosa Kuhn hace un llamado de atención sobre la importancia de comprender la complejidad de los problemas de consumo.
El Centro de Atención a Problemas de Consumo enfrenta desafíos significativos debido a esa carencia de un pilar central, que es un profesional en Psicología, reiteró Kuhn e insistió que «debido a la falta de sueldos, el equipo de trabajadores es voluntario», por lo cual incluso se debió buscar soluciones virtuales. «A pesar de estos desafíos, el Centro logró realizar tratamientos constantes y consultas, brindando apoyo a las familias de los que asisten», comentó y ratificó el compromiso de la institución con el trabajo social.
Finalmente, expresó su deseo de continuar con proyectos y talleres para el presente año, haciendo un llamado a la comunidad para que se acerque y conozca de cerca la labor que se despliega en el lugar gracias a esas personas altruistas que sirven voluntariamente ante la ausencia del Estado que, por cierto, no es tan malo como se dice desde alguna cosmovisión política, sino que malos son los que llegan a su administración y se corrompen.
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