Una evaluación de costos y beneficios sobre los derechos de exportación realizada por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) reveló que esta nueva carga tributaria perjudicaría significativamente a los productores, especialmente en el caso de actividades productivas vinculadas a las economías regionales.
Según la CRA, el impacto más notable recae en sectores como el tabaco, la cadena forestal, la cadena avícola, la cadena porcina, la floricultura, la mandioca, las aromáticas, los vinos, el algodón, la carne ovina, el aceite esencial de limón, y diversas producciones regionales menores, como semillas de chía, sésamo, poroto mung, cártamo y pisingallo.
La persistencia de estas retenciones, advirtió la entidad, implica una apropiación adicional por parte del Estado nacional sobre la facturación de los productores, quienes asumen la carga tributaria, ya que los exportadores la trasladan al precio interno final.
TRES CASOS TESTIGO
Para ilustrar cómo afecta este impuesto a distintos sectores, la CRA presentó tres ejemplos concretos:
- Carne ovina: El 85 por ciento de las exportaciones provienen de la Patagonia. Los derechos de exportación, que fueron reducidos del 5 por ciento al 0 por ciento en 2022, experimentarían un abrupto aumento al 15 por ciento en 2024. Dada la caída de los precios internacionales al 50 por ciento de su valor previo, esta medida limita significativamente las posibilidades de exportación. Aunque el beneficio fiscal para el Estado sería entre 1,5 y 2 millones de dólares anuales, esta cifra insignificante para las arcas estatales resulta determinante para unos 2.000 productores, restando entre 500.000 y 800.000 pesos a cada uno.
- Vinos: La alícuota propuesta de derechos de exportación aumenta del 5 por ciento al 8 por ciento. En 2024, se espera una fuerte disminución en las ventas del mercado interno debido a la caída del poder adquisitivo, la inflación y la normalización de los precios relativos. Aunque el nuevo tipo de cambio ofrece perspectivas favorables para los vinos varietales, aumentar los derechos de exportación, en lugar de reducirlos a 0 por ciento, impactará negativamente en la rentabilidad de la cadena, afectando tanto a bodegas como a productores. La recaudación prevista de unos 80 millones de dólares en 2024 no afecta significativamente las finanzas públicas, pero sí la rentabilidad del sector, advierte CRA.
- Chía, cártamo y otras semillas: La introducción de derechos de exportación tendría un impacto negativo considerable en los productores de Salta, Jujuy, Tucumán y Chaco. Las exportaciones anuales de chía, una semilla producida en el Noroeste, rondan los 5 millones de dólares y, al aplicarse una alícuota del 15 por ciento, representarían una recaudación estatal de aproximadamente 769.500 dólares. Para los productores, esto implica una reducción de la rentabilidad del 33 por ciento, considerando además los mayores costos por herbicidas, fertilizantes y otros relacionados con el impuesto país sobre las importaciones. En el caso del cártamo, la imposición de retenciones al 15 por ciento amenazaría gravemente este cultivo, reduciendo los ingresos directos al productor en aproximadamente 60 dólares por tonelada, lo que podría llevar a su disminución o discontinuidad, afectando diversos aspectos económicos y laborales, según el informe. Para los productores de chía, los derechos de exportación implican una baja de rentabilidad de 33 por ciento, considerando además el mayor costo por herbicidas, fertilizantes y otros costos por la aplicación del impuesto país sobre las importaciones. En tanto, durante los últimos 20 años la producción de cártamo en el Noroeste ha sido una de las pocas alternativas económicamente rentables en invierno dada su baja necesidad hídrica. El aceite que se exporta genera entre 5 millones a 10 millones de dólares anuales. La implementación de retenciones al 15 por ciento provocaría un duro golpe a este cultivo. El impacto en los márgenes, que equivaldrían a una baja de ingresos directos al productor de aproximadamente 60 dólares por tonelada, llevarían a su reducción o discontinuidad de este cultivo regional, afectando la contratación de servicios, generación de empleo y mano de obra, mayor demanda de insumos, de acuerdo con el informe.
Principios sostenidos
A través de una nota editorial, en paralelo, la Confederación de Rurales Argentinas reiteró su compromiso «inquebrantable» con el productor agropecuario, destacando su importancia vital en la vastedad del territorio argentino.
La CRA defendió los principios del federalismo, la autenticidad del productor genuino y el crecimiento institucional constante.
En el contexto de oportunidades y desafíos en la tierra argentina, la entidad reafirmó su compromiso con el apoyo integral al productor agropecuario y reconoció su labor como pilar fundamental de la sociedad.
Enfatizó en el valor del trabajo diario, el cuidado de la tierra y la preservación de tradiciones como elementos clave para forjar el futuro y ratificó su responsabilidad de velar por los intereses legítimos del productor.
Desde la entidad destacaron el compromiso de la producción en materia de desarrollo sostenible, innovación y progreso equitativo y la importancia de avanzar juntos, «hombro a hombro», hacia un horizonte de oportunidades donde el esfuerzo se traduzca en prosperidad.