El consejero de Coninagro ya ha elevado un informe de la situación de los cítricos correntinos al Gobierno de la Provincia y alertado a legisladores nacionales de la necesidad de impulsar «lo más pronto posible» medidas ajustadas a la magnitud de esta crisis. Carlino, dijo que el sector «ya en enero se ha quedado sin fruta», y que aún no ha podido «calcular la pérdida total», hecho que, este mes, pese al complejo horizonte que atraviesa a todas las plantaciones correntinas, podría tornarse «imposible».
El referente agrario explicó que las plantaciones de cítricos sufren desde hace tres años «estrés hídrico permanente». Carlino afirmó que, para compensarlo, los citrícolas han comenzado a invertir y utilizar equipos de riego especiales, pero explicó que, pese a ello, nada de lo que han intentado ha podido compensar la ausencia de agua naturales en los suelos, y la pérdida progresiva de precipitaciones que acumulan los tres últimos años.
Carlino explicó a EL LIBERTADOR la extensión de este fenómeno con datos aportados desde la ganadería, según los cuales en 2022 sólo llovió el 47 por ciento que debería haber llovido si las condiciones climáticas fueran normales. El referente citrícola sostuvo que «lo más grave de esta falta de agua es que ocurre, ahora mismo, mientras la fruta está creciendo, en temporada de actividad, en pleno verano, cuando la plantación debería estar fructificando», no en invierno, cuando «la planta está quieta».
Carlino dijo que el escenario señalado a EL LIBERTADOR por la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes en su edición del martes, es «extrapolable» a la citricultura. Los cítricos, también pueden ser entendidos bajo el mismo estrés que ha provocado que los campos dedicados a la ganadería se encuentren a punto de ingresar al próximo invierno «con un veinte por ciento menos de reservas de pasto», lo que en números supone dos millones y medio de hectáreas en problemas.
El referente citrícola, dijo que las plantaciones, además, sufren de baja floración y que sus frutas se han reducido gravemente, como observó el ministro Claudio Anselmo. «La fruta es chica, y eso causa un problema de calidad, porque la fruta chica complica el comercio, y hace casi imposible que podamos vender en el mercado interno», señaló.
NO HAY
FRUTA NI HAY
FINANCIAMIENTO
Carlino habló de un escenario «catastrófico», mientas otro factor de extrema preocupación pasaba sobre sus campos dejándolos sin techo para cubrir sus plantaciones: ráfagas de tormenta con más viento que agua. Además de que «no hay fruta grande», «tampoco hay financiamiento», expresó.
El referente de Coninagro explicó que la reducción de la calidad ha retirado a grandes volúmenes la posibilidad de llegar a las góndolas y que la escasez de producto en los comercios derivó en un aumento de precios plausible en todo el país, situación que, al contrario de significar beneficios, supone más pérdidas, menos clientes y, posiblemente, menos plantaciones, a mediano plazo.
Carlino subrayó que un aumento en los precios de los productos no soluciona los problemas del sector, y mucho menos si a la sequía, como es común ver en temporadas más frías, se suman las inclemencias del tiempo tormentoso, porque los productores no solamente necesitan apoyo por las adversidades que sufren actualmente, sino también por las deudas que han contraído tratando de combatir a este tipo de fenómenos.
El referente de Coninagro dijo que hoy «todos los productores todos están endeudados» ya sea con «alguna entidad financiera, con algún proveedor de insumos» o por «haber quemado las naves que esperaban por alguna emergencia». Carlino remarcó que los productores llegan al presente «totalmente desfinanciados» y ante un escenario inhóspito que, para cambiar, debería recibir 50 milímetros de lluvia por semana por seis meses, lo suficiente para «emparejar la reserva de agua» y «estabilizar» la producción del suelo.
«Estamos mediando febrero, en marzo y abril ya arranca el otoño y la producción no es la misma», expresó. «La realidad es que el sector viene muy castigado en lo climático y en lo económico», sostuvo. «A mí, es la cuarta vez en un mes que se me vuelan los techos de los galpones que son parte de los viveros», ejemplificó. «Ya no sabemos más que hacer, como techar, y todo lo que gastamos en reserva ya lo gastamos; sigo debiendo por plásticos», expresó.
Deudas elevadas
Carlino explicó que las deudas de los productores son muy variables, y que tampoco pueden ser medidas en sumas totales, pero sí se expresan en sumas millonarias, que los bancos aún no han sabido adaptarse con líneas específicas a esta realidad.
Al igual que los ganaderos, los citrícolas opinan que el Gobierno de la Nación debe exceptuar a todas las producciones regionales de pagar Impuesto a las Ganancias, pero a ello agregan que también debe eliminarse el IVA de la compra de insumos y elaborarse líneas de crédito específicas a tasa cero y con diez años de plazo.
«Los productores toman créditos, pero no buenos», señaló Carlino y explicó que para invertir capital necesitan diez años de plazo, cinco para que las plantaciones produzcan y cinco para que devuelvan capital que permita comenzar a afrontar los compromisos asumidos.
Pensar en el sector citrícola en términos de política económica, supone dirigirse a productores cruciales para el arraigo del trabajo en las localidades del Interior correntino, castigados por la seca y el mal clima, con insumos dolarizados sobre los cuales debe tributar además de pagar Impuesto a las Ganancias y con una gran necesidad de considerar aumentos a sus operarios, enumeró.
«Lo que pedimos es que el gobierno que entre, no cambie las reglas del juego, sino que nos ofrezca una política a largo plazo. Lo que necesitamos son certezas, políticas a largo plazo», concluyó.
Se abre la oportunidad india
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación informó que el Ministerio de Agricultura y Bienestar de los Agricultores remitió una nota a la Agregaduría Agrícola de la Argentina en India, indicando que la visita de inspección para avanzar en la apertura de mercado para nuestras exportaciones de cítricos dulces (naranjas, mandarinas y pomelos) a dicho país, no se considera necesaria, por lo tanto, la Argentina está habilitada a realizar envíos de prueba al inicio de la temporada con 10 cargamentos por tipo de fruta, conforme al protocolo sanitario ya acordado entre ambos países.
Esta comunicación representa un paso significativo en la apertura del mercado indio, la cual se concretará formalmente luego de superados exitosamente los envíos de prueba. En 2021 India importó cítricos dulces por casi 100 millones de dólares, principalmente naranjas. Este avance es producto del trabajo coordinado de esta Secretaría junto al Senasa y la Cancillería Argentina a través de la Embajada en Nueva Delhi.
Alertan sobre el flagelo del narcotráfico
Los procuradores y fiscales generales, titulares de los ministerios públicos fiscales de las provincias que integran la República Argentina, y miembros del Consejo de Procuradores, Fiscales Generales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina y del Consejo Federal de Política Criminal, entre ellos el jefe del Ministerio Público de Corrientes, César Sotelo, expresaron este lunes su profunda preocupación por la situación que atraviesa la seguridad en general y en particular en la ciudad de Rosario a raíz de la incidencia del narcotráfico. Los funcionarios judiciales pidieron enfrentarlo con políticas de Estado prioritarias y expresaron su «profunda preocupación». «Desde hace varios años venimos denunciando la gravísima situación que se presenta en esta materia, y la necesidad de una política de Estado que decididamente opere de manera conjunta», expresaron.
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