El diputado nacional por Corrientes, Manuel Aguirre entrevistado por EL LIBERTADOR reflexionó sobre la advertencia la general en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, sobre el dominio del narcotráfico en Latinoamérica.
Señaló que su propuesta se centra en el deber de abordar este problema desde una perspectiva integral que incluya medidas de prevención, salud, educación y justicia, además de combatir directamente a las organizaciones criminales.
Asimismo, remarcó la importancia de atacar a los líderes financieros del narcotráfico y modificar el sistema argentino, por lo que enfatizó en el deber de investigar profundamente y desarrollar estrategias de prevención y recuperación de adictos.
Así se desarrolló parte del diálogo:
¿Sorprende el planteo de la general en jefe del Comando Sur de los Estados Unidos, Laura Richardson, sobre el dominio de la droga y su poder? Teniendo en cuenta que se trata de una advertencia para Latinoamérica.
-Todo lo que sea drogas, ya sea legal o ilegal, afecta al organismo siempre. Es por eso que, para que nosotros podamos lograr prevenir y evitar el daño en nuestra sociedad, tenemos que hacer una fuerte prevención y no solamente agregar hombres en la calle. Hay que tratar en profundidad la salud, educación y que la justicia pueda aplicar las sanciones a aquellos que son delincuentes infraganti. Es por eso que presenté un proyecto de ley contra la mafia. Porque la única manera de evitar esto es combatiéndolos a ellos. Estoy de acuerdo con que los soldaditos y los primeros niveles sean sancionados no es una medida suficiente. Hay que cambiar este sistema argentino por un sistema funcionalista, uno que ya se practicó en Estados Unidos contra las mafias, y también destruir la organización, siempre. Cuando podemos atacar la cabeza, y atacar a los que son los que están financiando el narcotráfico. Son los que toman decisiones que no tienen nada que ver con ellos, pero son los responsables. Si nosotros hacemos eso, el fenómeno y las drogas van a desaparecer. Pero acá están muy mezcladas las cosas, hay muchas personas calificadas en la organización mafiosa.
Entiendo. Más allá de ello, ¿qué opina de que, esta vez, la advertencia llegue desde un alto mando militar?
-Estoy convencido de que el Ejército cuando viene de afuera no viene por la lucha contra el narcotráfico o por el delito, viene por otras causas, que nada que ver con la lucha que en la Argentina, es lucha contra el narcotráfico. Acá hay que investigar y poner hombres a desarrollar, y poner hombres de Seguridad, y organismos de control a investigar en profundidad. El Ejército, poner más hombres en las calles, pero eso no es lo que se debe buscar. Lo que se debe buscar es recuperar la salud, recuperar a los adictos que estén en la calle y eso es lo que siempre dije en el Congreso, cuando pretendieron legalizar la droga, por ejemplo. No hay que generar ciudadanos zombies en la Argentina, porque la droga, cuando ataca, destruye a la célula, y no se recupera, por eso es que cuando los chicos se drogan pocos se recuperan. Otra cosa, es que se pretende detener a la mayor cantidad de personas, y ¿dónde?, si no hay suficientes institutos carcelarios, y los que hay son insuficientes (y muchos insalubres). Si no atacamos con prevención vamos a seguir metiendo gente adentro y encarcelando a ciudadanos que tenemos que recuperar.
¿Cree que Defensa y Seguridad han adoptado medidas satisfactorias en conflictos como el que se desarrolla en Rosario contra las mafias?
-Petri no tiene nada que ver, y Bullrich no está haciendo nada que sea lucha contra el narcotráfico. Solo pone hombres en las calles. También presenté un proyecto contra el narcotráfico, el terrorismo y el lavado y blanqueo de capitales, pero tienen que trabajar todos los organismos del Estado, Seguridad y las entidades de control de transferencias, juntos, porque tenemos que ver dónde va el dinero de la droga. De otro modo no va a haber resultados a largo plazo.
«No soy un
levanta manos»
¿Tiene la decisión tomada sobre la Ley de Bases o evaluará los nuevos borradores?
-Hay tres borradores, no sé cuál es cierto y verdadero, y mientras sea borrador no sé qué puedo decir, sólo puedo decir algo cuando ingresa el expediente, pero hasta tanto son todos borradores. No puedo dar una opinión porque tengo opinión de lo que debo hacer y no lo que conviene o no conviene a algunos, en relación a este proyecto o cualquier otro. Voy a trabajar con ese criterio siempre y respetando la Constitución y a la ley. No voy a prestarme a ningún tipo de presión ni mala intención. No soy un levanta manos.
«El narco en la política corroe
a la democracia y a la República»
¿Qué pasa cuando las mafias o el narcotráfico se meten en la política?
-Nosotros tenemos el ejemplo de Colombia, de cuando el narcotráfico se mete en la política, corroe a la democracia y a la república. Hay que tratar de ver de qué manera llegar a las cabezas de los autores y no solamente en el campo político, sino en el campo que quieras, yo estoy convencido de que están involucrados un montón de campos como el de la política, seguramente también en la Seguridad, la Justicia, el empresariado. En todos, la mayoría de estas organizaciones quieren incluir personas porque es la manera en la que se puede diluir el dinero y sacarlo afuera. Ojalá el proyecto que presenté para la presentación del organismo contra el narcotráfico y las mafias avance.
¿Qué pasa con el ciudadano que ve este tema, a la distancia, estallar en la esquina de su casa?
-La mayoría de los que se están, tienen voluntad de hacerlo, pero tenemos que involucrarnos todos. Los gobernadores fundamentalmente y los intendentes, tienen que involucrarse si queremos luchar contra el narcotráfico. Nosotros podemos hacer la mejor ley posible, pero si no tenemos hombres y mujeres que nos ayuden. Aquí tenemos que intervenir todos los ciudadanos, todos cumplen una función. Ese hombre de la casa de la esquina que ve cómo se está vendiendo drogas, avisar a Seguridad, pero para poner a ese adicto a recuperar, no condenarlo, porque está ahí por un estado emocional, más allá de que puede servir como eslabón para llegar a la cabeza.
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