El diputado nacional Aldo Leiva, entrevistado por EL LIBERTADOR, expresó su preocupación por la falta de proyectos relacionados con obras públicas e industrias en las iniciativas presidenciales, legislativas y ejecutivas.
Atribuyó la carencia de expectativas para la producción a la «falta de iniciativas a la visión del Gobierno», y advirtió la existencia de un «Congreso paralelo» con negociaciones cuestionables en hoteles cercanos al recinto parlamentario.
El legislador criticó la existencia de dos oposiciones y opinó que la que expresa Unión por la Patria con los diputados de izquierda es «la única oposición válida».
Así transcurrió parte del diálogo.
¿Qué lectura ha hecho del tratamiento legislativo?
-En principio, es de público conocimiento mi posición y la del todo el bloque, contrario a este mal llamado proyecto de ley de Bases. Entiendo que todo está viciado por diferentes cuestiones, la existencia de un Congreso paralelo, porque la verdad es que todo indica que fue elaborado por los abogados de los grupos económicos que acompañaron y acompañan a Javier Milei. No es casualidad que los términos que se plantean estén relacionados con los intereses que favorecen a esos grupos económicos. Además, ha sido público y notorio que las negociaciones se realizaron en hoteles cercanos al Congreso o departamentos de la Recoleta. Todo atenta contra la Constitución y el Congreso, contra las instituciones. Y si a eso agregamos que a los que estaban conversando con él les decía coimeros, y eran de diferentes sectores, se torna mucho más sospechoso todo lo que tiene que ver con las votaciones en general.
¿Puede haber cambio de posturas en futuras votaciones?
-Seguramente, lo seguiremos viendo para definir de qué lado estamos los diputados nacionales. Nosotros estamos del lado del que le dijimos a la sociedad. Lo que plantea Javier Milei no tiene nada que ver con lo que la gente votó para nuestro espacio político. Después están los «oficialistas» o «dialoguistas», como los llama Javier Milei, que votarán como votaron o cambiarán su posición. No lo sabemos. Nosotros vamos a plantar nuestra oposición en el recinto. Seguramente también habrá presentaciones judiciales, e iremos avanzando, pero soy consciente de lo que la gente ha votado mayoritariamente. La gente no votó para que haya una devaluación de más del cien por ciento, o que el precio de los comestibles sea inaguantable para amplios sectores de la sociedad.
¿Hubo, fuera del recinto, alusiones a la parálisis de la obra pública?
-No. Y el gran ausente no solamente fue la obra pública, no hay un proyecto al respecto a las industrias, no hay nada que genere expectativas en general a la producción. Todo tiene que ver con la visión que tiene este Gobierno, por eso ahora veremos todo en particular, porque nosotros lo dijimos desde un principio: la verdadera trama está en la delegación de poderes. Si se consuma, va a avanzar en volver a políticas económicas como las que llevaron a la debacle de 2001 y 2002. Cuando se repasa la historia de estos personajes que están junto a Javier Milei, son los mismos que endeudaron por cien años al país, y nos dejaron condicionados muy severamente como un país soberano.
«Debe haber claridad en la defensa a las provincias»
¿Qué opina de este nuevo escenario con dos oposiciones, una «dura» y otra «dialoguista»?
-La única oposición que hay hoy en día es Unión por la Patria y los diputados de izquierda. Los demás miran para otro lado, cuando ha sido tan notorio que nosotros no hemos tenido nunca en nuestras bancas qué es lo que se iba a votar. El secretario iba enumerando artículos como jugando al bingo y no planteando temas serios para el futuro del país, y los pseudos opositores dialoguistas hacen discursos, pero finalmente terminan diciendo que es muy importante dar herramientas y gobernabilidad al Presidente, cuando la gobernabilidad la tiene que dar el Presidente tomando medidas que favorezcan al conjunto de la sociedad y no a un grupo reducido de poderosos, que están en contra.
¿Cómo cree que será el diálogo entre ambas «oposiciones»?
-En verdad, yo espero que haya una posición mucho más clara por parte, fundamentalmente, de los interlocutores que deberían tener más claridad a la hora de defender los intereses de sus provincias. En ese sentido, se está hablando mucho en estos días y se escuchaba por lo bajo, que va a ser muy importante que se pueda participar del Impuesto Pais, que está generando para la Nación ingresos extraordinarios y eso ni por asomo llega a las provincias. Me parece que hay mucha tela para cortar, y me parece muy importante lo que va a suceder a partir del martes.
Desde el Chaco, ¿cómo se interpreta este nuevo escenario político?
-Nosotros tenemos muy claro que los diputados chaqueños vamos a acompañar medidas que recuperen beneficios de la provincia, pero hasta ahora no encontramos ninguna, muy por el contrario, por ejemplo, vemos como el sueño de hace mucho tiempo de la construcción del segundo puente ha quedado totalmente congelado. Hemos votado la garantía del tesoro para avanzar con esa obra tan trascendente para toda la región y ahora de un plumazo lo hemos visto totalmente descartado y ni hablar de otras cuestiones como proyectos de rutas, agua potable, viviendas que no es prioridad para el Gobierno nacional y que sabemos que para nosotros como región es muy importante todo lo que se refiere a obras públicas.
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