El “grito de identidad” del intérprete chamamecero, Alfredo Monzón, hizo vibrar al anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola que se vio colmado de público en la séptima luna de la 33° Fiesta Nacional del Chamamamé.
El artista que se encuentra celebrando sus tres décadas de pasión por la música del litoral con su álbum «Correntino», con el que cautivó al público exultante tras la presentación del aclamado Mario Bofill junto a su hijo Chingoli.
Pasadas las dos de la madrugada, ya este viernes, Monzón se subió al escenario «Sosa Cordero», y descolló con su potente voz interpretando con su banda algunos clásicos del repertorio chamemecero como Soy Forastero, Bañado Norte, Estancia San Blas, y Paloma Blanca.
Así el artista ratificó sus treinta años de éxitos con la música litoraleña que ostenta el título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.