Ayer, la activista Alika Kinan participó de una jornada de capacitación en la Sociedad Española sobre Protección y Asistencia Integral a las Víctimas de Trata Sexual.
Previamente, EL LIBERTADOR estuvo presente en la rueda de prensa, en la cual afirmó que el objetivo de sus acciones no es estrictamente el rescate de víctimas, sino la lucha contra las organizaciones criminales que sostienen esta estructura de opresión y explotación.
La misma señaló a la pobreza como principal factor que propicia la captación de personas en situación de vulnerabilidad por estas organizaciones.
«Muchas veces pensamos que es importante hablarlo, pero hay que tener una buena escucha para un tema de tanta complejidad y los recursos», agregó, refiriéndose a la contención necesaria de víctimas que logran ser rescatadas.
En este sentido, Kinan hizo una aclaración sobre «reinsertar a la víctima en la sociedad», el término «reinserción» dijo que alude a una persona que estuvo inserta en la sociedad y luego dejó de estarlo. «La pobreza excluye», señaló, lo que, a su entender, esas mujeres nunca estuvieron realmente incluidas por la sociedad.
VOZ DE MUCHOS
Como superviviente, remarcó que ella es «la punta del iceberg de muchos otros casos». Es una sobreviviente que pone voz a este delito para que las miradas y los oídos sean puestos en las víctimas, y alienta a los organismos estatales a que se les dé participación.
Al ser consultada por la prensa, sobre cómo se sintió durante su tiempo como víctima, fue directa: «Dolor. Lo que siente toda persona que es ultrajada. Si te violan 15 o 30 veces en el día, ¿Vos cómo te sentirías?».
«Yo no conozco muchas putas ricas», sostuvo. «Es fácil decir que ella lo hacía porque quería o ganaba mucho dinero. Sí, posiblemente, pudo ganar mucho dinero porque era muy linda, bella o tenía condiciones y atractivos sexuales para el sexo masculino, a una organización criminal. Pero no conozco muchas mujeres que hayan salido ricas de esa estructura. Comprarse una casa o dar de comer a los chicos no habla de riqueza», añadió.
CONTEXTO ACTUAL
«Si pensamos en el contexto actual de la Argentina, hoy, que hay tantas denuncias de abuso sexual en la infancia, una de las premisas más importantes es: las víctimas hablan cuando pueden», explicó.
De esta manera, dijo que «el problema con el delito de trata o de abuso sexual, es que no podemos acceder a la Justicia», y añadió «porque las causas prescribieron o no hay abogados que estén dispuestos». También remarcó que cuando las víctimas piden justicia restaurativa, no es sólo poder acceder a ésta, sino ver que se cumple y los responsables van a prisión.
«Siempre se piensa desde el punto de vista de los derechos humanos del imputado y no de la víctima», apuntó, reclamando que hay toda una estructura a favor del primero, que lleva a la víctima a pasar años por ese proceso sin que se resuelva. Kinan comentó que, en su caso, uno de los proxenetas todavía no se sentó en el banquillo.
.