El diputado nacional, Lisandro Almirón entrevistado por Daniel Toledo y Luis Sosa en Radio Sudamericana, celebró la media sanción otorgada por el Congreso a la Ley de Bases y al paquete fiscal que impulsa la Presidencia.
Resaltó el deber del Gobierno de avanzar en acuerdos y políticas económicas que reflejen la interacción entre diferentes actores políticos y la necesidad de tiempo para ver resultados tangibles con mayor estabilidad económica y jurídica para el país.
A su vez, confió en que la Cámara alta aprobará ambas iniciativas. Así transcurrió parte del diálogo.
¿Fue una buena semana para el Gobierno?
-Fue una buena semana para el país, creo. En ese sentido, creo que todos tuvimos la sensación de la necesidad, más allá de la vigilia del día de la votación de la Ley de Bases, la necesidad de, de alguna manera, poner primero sobre el recinto los principales acuerdos que venía realizando tanto el Presidente de la Cámara como el Jefe de bloque, los ministros, el Presidente de la Nación, gobernadores. Creo que fue un ida y vuelta de varios meses, más de 4 meses, en que se viene interactuando para encontrar un proyecto integral que puede tener discrepancia desde el punto de vista de las políticas económicas que se han llevado adelante en los últimos años, pero indudablemente la oportunidad de darle los instrumentos al Presidente de la Nación, de que tenga esa oportunidad de aplicar lo que creemos que es necesario para Argentina, en este momento era sin lugar a dudas un puntapié inicial y creo que en ese sentido se dio un primer paso.
¿Por qué es buena esta ley para el país?
-A ver, en realidad cuando hablamos de un proceso, de un proyecto integral, tiene que ver con que cuando uno se encuentra en el país frente a un proceso inflacionario de estas características casi hiperinflacionario, hay que arrancar, por un lado, normativamente dándole a la administración las herramientas necesarias para reconducir un desorden que se produce en materia económica pero también en materia fiscal, van de la mano. Hay que reacomodar la cuestión impositiva, recategorizar y tratar de aplicar los números reales de la economía respecto a lo que debe tributar. Segundo, ¿qué haces con todas esas personas que están intimadas, que están en proceso de juicios? Tenés que darle una solución. ¿Cómo vas a pretender que la gente tome más empleo o que el emprendedor tenga la posibilidad de tener empleados si la industria del juicio tiene juicios en proceso injustos? La gran mayoría, no quiero hablar de todos los casos, pero la gran mayoría se ha hecho una cultura del juicio injusto en materia laboral donde tenés un período de prueba de tres meses y donde la gran mayoría de los empleadores siempre tiene problemas de la aplicación de las leyes muy estrictas y siempre en beneficio del sector más débil que en este caso es el empleado y es comprensible, pero para reactivar la economía necesitamos también ser más flexibles.
«Los gobernadores
tallan el Senado»
¿Ustedes son conscientes de que esto se apoya solamente en resultados?
-Ahora se juega el segundo tiempo, vamos al segundo tiempo en el que somos muy optimistas, pese a que corremos de atrás como corríamos en la Cámara de Diputados. En otras condiciones, el Senado es mucho más de los gobernadores, los gobernadores tallan mucho más fuerte el voto en el Senado. Creemos que podemos llegar a la sanción de la ley y una vez que esté la ley, digamos, vigente, nosotros creemos que vamos a empezar a ver las primeras señales. Entiendo que ya empezaron a ver señales pequeñas, no es la misma inflación que empezamos a tener. Ya hay disminuciones aceleradas. Probablemente este mes termine en un dígito la inflación y vaya disminuyendo en el primer semestre con una inflación mucho menos de la que esperaba la mayoría de los analistas políticos, económicos. Así que en ese sentido creo que hay un Norte claro, que vamos paso a paso, que es fundamental la seguridad y la seguridad jurídica sobre todas las cosas.
«Los argentinos podemos ponernos de acuerdo»
Imaginemos que se convierta en ley este proyecto, el Senado lo sanciona también, ¿en cuánto tiempo imaginás que se van a poder ver frutos?
-Voy a repetir la frase que usa el Presidente, no es de ponerle plazo a las cosas, no te puedo decir si va a ser un mes, dos meses, lo conveniente es ir dando pequeñas señales que tienen que ver, por ejemplo: la tasa de interés de los bancos que debe disminuir, el banco tiene que recuperar la función esencial del banco que es recibir plata, generar intereses pero también darla. Y esto es algo que no pasaba en la Argentina ni para el sector inmobiliario ni para la inversión porque llegó un momento que la aspiradora que tenían los bancos iba en gran parte a la especulación y lo que no iba a bonos iba en el mercado negro y veías cada vez el dólar con mayor valor, la plata que retornaba en forma de préstamo al mismo Estado. Era un círculo vicioso de nunca acabar. Por eso me parece que una de las primeras cosas que tiene un efecto positivo en la economía es planchar la emisión monetaria, generar, esto produce una recesión, es decir, tenemos recesión, los aumentos han sido aumentos sostenidos, la canasta se nos fue de lejos, no hay subsidios para el combustible, no hay subsidios para energía, así es, aumentó todo, y mi sueldo es el mismo en el caso del sector público, pero hay una realidad, o sea, como en toda reorganización económica hay un momento en el que todos tenemos ese sacrificio enorme que creo que en gran medida lo están llevando adelante todos los argentinos.
Entiendo muchas veces que hay sectores mucho más vulnerables, pero no había otro camino. Cuando no te prestan plata, cuando te tenés que arreglar con lo tuyo y si no producís más y no aumentás tu PBI, es muy difícil que puedas repartir en beneficios del sector público lo que repartías cuando había plata dulce y te dedicabas a imprimir y a tomar y a achatar la pirámide jubilatoria porque daban jubilaciones al que nunca aportó. Dabas excesivamente, descontroladamente, fondos públicos donde no tenías como generarlo, tenías fideicomisos que eran cajas negras de fondos que iban a sectores que por ahí no eran los que realmente necesitaban generar o reactivar la economía. En ese sentido hay un sinceramiento.
Es un esfuerzo que vale la pena, es prácticamente salir de una economía de postguerra que tuvo la Argentina en estos últimos meses. No fue fácil, pero hay indicadores positivos. Una de ellas, la disminución de la tasa de interés para acceder al crédito, eso se va a ir mejorando paulatinamente, ha habido una mejora entre lo que se gasta y entra el país, esto te da equilibrio fiscal y equilibrio financiero. Hoy el país no gasta más de lo que tiene. Eso también lo he escuchado criticar a la ex Vicepresidente y hay mucha hipocresía porque hay una realidad, la Argentina ha dejado de importar cosas que eran «para los amigos», innecesarias, como se dio en el caso de la «Sira» en los últimos cinco meses del gobierno anterior, donde el Ministro de Economía tenía una clasificación de a quién daba los privilegios y a quiénes no, y ese rol de la burocracia hoy se terminó.
Hoy la Argentina está entrando en una etapa de reglas claras de juego donde estamos padeciendo todos los argentinos, un sinceramiento. El cambio va a ser brusco, era una política de shock, y la estamos padeciendo todos, pero entiendo que el resultado de esto va a ser favorable, sobre todo por el equilibrio fiscal, por los números que te muestra el riesgo país, una disminución abrupta de 3.000 puntos a bajar a 1.200 puntos, me parece que es una caída más del 250 por ciento de la realidad que vivíamos hace unos meses. Y sobre todo la inversión, que hoy el mundo está mirando a la Argentina como un país que es confiable, que pone reglas de juego claras, y esto nos da seguridad jurídica. Esta norma tenía esa función fundamental que era brindar la seguridad de que la mayoría de los argentinos podemos ponernos de acuerdo.
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