A partir de la vigencia del Decreto presidencial que derogó la Ley de Alquileres se empiezan a advertir algunos cambios en el mercado inmobiliario. Con la nueva normativa el plazo quedó prácticamente desregulado considerando que establece libertad en ciertos criterios.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Corrientes, Marcelo López Ortiz sostuvo que se establece un acuerdo de partes a la hora de la firma.
«Desde el momento, que entró en vigencia el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), se puede pactar en períodos más cortos, con actualizaciones, o sea, con contratos no tan extensivos, con pagos en plazos más cortos, digamos, cada cuatro meses, cada tres meses, en algunos casos, teniendo en cuenta, por supuesto, la situación económica que estamos teniendo hoy en el país», sostuvo.
Continuó: «La verdad que no solucionó del todo, pero vino a dar un respiro, digamos, a los problemas que solíamos tener».
Sostuvo que cada contrato depende del acuerdo que se establezca entre el locatorio y el locador: «Se están haciendo ponerle cuatro meses y en algunos casos tres. Y tiene que ver con la inflación, digamos, la actualización se puede hacer por el índice de contrato de locación, que las partes por ahí convengan entre sí o pueden pasar entre las partes algún índice».
En cuanto al lazo del contrato señaló: «Hoy no hay un plazo mínimo, se puede hacer a seis meses, un año, un año y medio. Esto es lo que te dice el Decreto de Necesidad de Urgencia. Hay de todo porque están los que quieren en uno, te estoy hablando de inquilinos también. Hay contratos que se hicieron por dos años bajo ciertos índices y van haciendo las actualizaciones más cortas, entonces les beneficia».
OFERTA
El referente señaló: «La verdad es que hay muchas propiedades que estaban volcadas, los alquileres temporarios, que volvieron nuevamente al alquiler tradicional».
Explicó que en estos casos: «Teniendo en cuenta la situación, lo veían más conveniente tener temporarios porque podían actualizarlo y no tener tanto tiempo parado con un precio congelado. Entonces, esto hizo ahora que vuelva nuevamente al alquiler tradicional.
Cómo son los acuerdos en términos
de plazo y moneda
A partir de un informe de un diario porteño, diferentes actores del mercado coincidieron en que los nuevos contratos de locación «en gran medida» se están pactando «en pesos y con indexaciones mediante el Índice de Precio al Consumidor», que mide el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
«Aunque por el momento cada convenio va a ser distinto, con el correr del tiempo, van a existir contratos modelos con cláusulas estándar de mercado», señaló el presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina, Iván Ginebra quien además destacó que desde el organismo están facilitando modelos a los socios.
La ahora derogada Ley de Alquileres establecía que los contratos tengan un mínimo de 3 años, con actualizaciones semestrales a través de un coeficiente conformado por la menor variación que surgía de la comparación del promedio del 0,9 del Coeficiente de Variación Salarial, publicado por el Indec y del Coeficiente de Estabilización de Referencia, publicado por el Banco Central de la República Argentina.
Aseguran que: «La situación que se
vive en la vida real es dramática»
El titular de Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz apuntó que desde el mercado «buscan instalar que aumenta la oferta y que los contratos son por 2 años con incrementos trimestrales. Pero la situación que se vive en la vida real es dramática».
En ese sentido, agregó que las subas de precios para las renovaciones están «en torno al 500/600 por ciento» y los contratos son por «3/6 meses o 1 año con indexaciones mensuales, hasta cuatrimestrales, atadas a la inflación». Sobre la oferta de propiedades en dólares, Muñoz subrayó que «actualizan en un 10 por ciento anual».
Otro dato fue que, según la organización se observaron inmobiliarias «que empiezan a pedir un año de alquiler por adelantado», lo cual resulta exagerado, ya que más allá de que se puede acordar entre partes, el adelanto de un año de alquiler para un monoambiente sería de 3.363.120 pesos, partiendo de un costo mensual de 280.260 pesos, según informó Zonaprop como promedio de Ciudad de Buenos Aires.
.