Con vestidos, trajes y zapatos, un ropero solidario se distingue de los otros al ofrecer estas prendas que suelen ser de una única ocasión, y que, en su mayoría, se llevan parte del presupuesto de las familias al realizarse fiestas de 15 años, bodas, recepciones y otras celebraciones.
Está abierto a la comunidad en una sala acondicionada dentro de las oficinas de Acción Social de Paso de la Patria, de lunes a viernes de 7 a 13.
«Comenzamos con un placard comunitario hace seis años. Tenemos ropa para todas las edades, desde bebés hasta adultos, uniformes de escuela también», contó la titular de esa cartera municipal, Marcela Depaolo en diálogo con EL LIBERTADOR.
CÓMO SURGIÓ
Un día se acercó una chica a consultar si tenían un vestido de recepción y de ahí surgió la idea.
«Estamos tan complicados con el tema de los precios, está todo tan caro. Vine a casa, hablé con mis hijas y ellas tenían vestidos. Fui, llevé y empecé a hablarle a mis amistades. Se fue haciendo una cadena. ‘Una cadena de favores’, como le llamo yo, porque todos fueron aportando y se armó un hermoso perchero», relató.
PERCHERO
«Empezamos con los vestidos de recepción, que no es solamente para recepción, es para algún evento o fiesta, si querés estar linda y no ponerte en gastos», señaló.
«Está cada vez más complicado mandar a hacer, ir a una modista, comprar la tela, todo el gasto que implica. También el hecho de ir a comprar y, como yo siempre pongo énfasis, que es sólo por una noche», comentó Depaolo.
«Está bueno poder armar algo así para que todas las chicas puedan estar hermosas en una fiesta, acompañando las recepciones o como egresada», enfatizó.
Lo que comenzó como vestidos donados, se amplió a zapatos y trajes para hombres. «Hay palazos y vestidos cortos, no solamente largos, corsé para armar conjuntos», detalló. También aclaró que son prendas para mujeres jóvenes y mayores. «Las chicas vienen con sus madres, se prueban y se ponen contentas. La verdad es que es una alegría muy grande», expresó.
«Todo está en excelentes condiciones, no aceptamos nada en malas condiciones, roto o manchado», remarcó. Las prendas se entregan en comodato, con la premisa de ser devueltas en el mismo estado en que fueron entregadas.
CADENA DE FAVORES
Desde hace cuatro años que se lleva adelante esta iniciativa con un placar que se fue llenando de donaciones, tanto de vecinos como de conocidos de Capital y el interior del Chaco.
«Me llaman por teléfono. Me dicen: Mirá Marcela, acá tengo vestidos, te llevo este fin de semana. Y si no pueden venir, yo en la semana siempre voy a Capital a hacer trámites, así que nos encontramos, nos conocemos», contó.
«Yo siempre digo que pueden venir cuando quieran para ver dónde están las donaciones, a veces muy apreciadas, porque son vestidos que quizás fueron para algo muy importante y esa persona lo termina donando para que otra persona esté feliz por una noche», celebró.