La suba se daría a partir del vencimiento del congelamiento de los impuestos a los combustibles que había postergado en noviembre de 2023 el exministro de Economía, Sergio Massa.
La actualización podría impactar de manera directa en los precios de los surtidores, tras el aumento del 27% aplicado en enero.
Los cálculos privados difieren sobre hasta dónde podría llegar el incremento en caso de que se corrigiera el atraso impositivo para retrotraerlo a los niveles previos al congelamiento, según analiza Infbae. El economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), estimó que el incremento debería ser de 25% en el caso que se apunte a que el tributo recupere su valor real calculado en base a 2018, cuando se estableció el mecanismo de actualización por inflación. Eso implicaría llevar la suma fija a unos $175 por litro.
En ese cálculo se basó también el titular de la Cámara de Empresarios de Combustibles, quien anticipó una suba para esta semana y sostuvo que el atraso del impuesto alcanza 300%, aunque reconoció que todavía no hay una definición oficial sobre la magnitud de la corrección.
Por lo pronto, si bien en las petroleras también dan por descontado que a partir del jueves deberán modificar los precios, descreen que la actualización se produzca de una sola vez tras dos años y medio sin actualización. Eso hizo que el gravamen perdiera toda incidencia en el precio final del fluído y también en las arcas públicas.