Por efectos de la sequía, el aumento del precio de la carne es un hecho, tal como lo anticipó EL LIBERTADOR en su edición del martes 24.
Así lo confirmaron desde uno de los puestos del Mercado de Productos Frescos, que aseguran que la semana próxima «con seguridad» se dará la suba. La afirmación se da en respuesta a la información de que en Buenos Aires el valor de carne vacuna aumentó alrededor del 30 por ciento.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el carnicero Hugo Lucena aseguró que hasta este fin de semana se mantendrán los precios, aunque adelantó que a partir de lunes podría haber novedades.
«Con seguridad que el alza va a llegar, por ahora este fin de semana vamos a mantener los precios que veníamos teniendo, pero a partir de la semana que viene va a haber algún movimiento», indicó.
A lo que continuó: «En general los aumentos no son tan bruscos como el 30 por ciento, que se especula, pero si va a llegar a 5 o 10 por ciento, y de a poco va a subir hasta que sincere los precios».
LISTA
El carnicero del Mercado sostuvo que mantienen los precios del año pasado y que el incremento se dará después de cinco meses, que fue la última actualización.
En este sentido nombró algunos de los valores actuales de los cortes vacunos más populares: pulpa 1.200 pesos el kilo; costilla 700 el kilo; vacío 900 el kilo; falda 650 el kilo; costeleta 800 el kilo; carne molida 600 el kilo; chorizo y morcilla 550 y la aguja y paleta 700 pesos el kilo.
SITUACIÓN
El precio de la carne vacuna aumentó alrededor del 30 por ciento en los últimos días, cuyo traslado a los mostradores se hará sentir de manera paulatina.
El vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (Camya), Sergio Pedace, manifestó a Perfil que «desde la semana pasada el precio de la carne comenzó a acomodarse. Era algo previsible, porque estamos abajo del precio la hacienda con respecto a la inflación. Se va a trasladar despacio a los mostradores, pero se tendrá que hacer».
Señaló que los aumentos llegan hasta el 30 por ciento ya que hasta la semana pasada se estaba pagando 320 pesos el kilo vivo de novillo y hoy se ubica entre 420 y 450 pesos. Para empatarle a la inflación anual, el precio debería ubicarse en 500 pesos.
«La falta de hacienda por la sequía está haciendo subir los precios y estamos esperando ver cuál es el techo. Si sube 150 pesos el kilo vivo, aumenta 300 la media res y 600 al mostrador. Es decir que el corte que se pagaba 1.500 pesos llegará a 2.100 por kilo cuando se termine trasladar», indicó el vicepresidente de Camya.
La sequía sigue siendo la principal preocupación del sector ganadero. Las estimaciones que realizan los meteorólogos son desalentadoras, ya que pronostican lluvias recién en el segundo trimestre del año.
.