La provincia de Corrientes cuenta con más de 230 hectáreas en producción de arándanos, y la mayor superficie se produce de forma orgánica.
Así lo dio a conocer la Fundación Correntina de Sanidad Animal (Fucosave), cuyo equipo técnico realizó una visita a tres establecimientos la semana pasada.
Así continúa avanzando con el apoyo a los productores por la problemática sanitaria que enfrenta el sector en los últimos años: los ataques del «Cascarudo rubio» Cyclocephala signaticollis.
Este insecto es un coleóptero, que en estado adulto se alimenta del área foliar de las plantas que se ubican a las proximidades de las cortinas rompevientos.
Las técnicas de cultivo abordadas hasta la fecha y la información sobre cómo impactan sobre el avance de la plaga, son incipientes, y es por esta razón que la Fundación tomó cartas en el asunto.
«Estamos acompañando a los productores para salvaguardar esta situación y prepararnos para el mes de noviembre, donde este insecto causa los mayores inconvenientes», indicaron desde la Fundación.
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