Un estudio publicado en la revista The Lancet Public Health reveló datos sanitarios de 195 países entre 1990 y 2017, donde Argentina se ubica en el puesto 71 de la mitad de la tabla, porque no ha logrado detener el envejecimiento de su población. Esto se debe a que, en promedio una persona alcanza una edad equivalente de 65 años a los 66,4 años.
“Estos hallazgos dispares muestran que una mayor expectativa de vida en las edades mayores puede ser una oportunidad o una amenaza para el bienestar general de las poblaciones, dependiendo de los problemas de salud relacionados con el envejecimiento que la población experimenta, independientemente de la edad cronológica”, expresó, la autora principal del trabajo e investigadora de la Universidad de Washington, Angela Chang.
Este tema no solo preocupa Argentina sino Latinoamérica, debido al acelerado crecimiento en la población que conlleva a retos en los sistemas actuales de pensiones y servicios de salud, a fin de que las personas acceden a la protección adecuada cuando alcance la vejez. El envejecimiento poblacional trae consigo una jubilación anticipada y una fuerza laboral más reducida que posiblemente enfrente mayores riesgos en la salud.
En el estudio también mencionan que los efectos negativos del envejecimiento conlleva al deterioro funcional, así como la pérdida de capacidades físicas mentales y cognitivas. En este caso demostraron que, en 92 condiciones analizadas, 5 son transmisibles y 81 no transmisibles, sumado a 6 tipos de lesiones.
El estudio se calculó en la edad equivalente a tener 65 años, según diferentes factores de salud, donde el país que más lento envejece es Japón y el más rápido es Papúa Nueva Guinea. Estas brechas se deben a las desigualdades sanitarias y sociales que existen en el mundo (los países más preparados envejecen más lento).
En países de Latinoamérica, México se encuentra en el puesto 47 porque mantiene una brecha de envejecimiento de 70.3, cuando la persona tiene 65 años, es decir, menos que Argentina. Pero el país con la mejor ubicación es Perú que está en décimo lugar a nivel mundial con una edad equivalente a 65 años y una ventaja de 74.3.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los factores sociales, como la educación, la situación laboral, el nivel de ingresos, el sexo y el origen étnico, tienen una clara influencia en la salud de una persona. Todos estos aspectos inciden en la salud porque ellos se encuentran limitados en la obtención de alimentos y nutrientes necesarios que fortalezcan su sistema inmunitario.
Solo de esta manera el organismo obtiene los nutrientes que se encuentran en alimentos con vitamina k que mejoran la coagulación sanguínea, pero también tienen efectos positivos en la salud ósea. Asimismo, la vitamina C ayuda a prevenir enfermedades degenerativas, la D previene enfermedades musculoesqueléticas y la E es fundamental para el aumento de la producción de células de defensa.