Todos los viernes, el olor a asado suele invadir las calles de la ciudad de Buenos Aires. Ese día, los trabajadores de la construcción improvisan una parrilla en medio de las obras y prenden el fuego para almorzar todos juntos.
Es el famoso asado de obra, casi siempre armado con dos infaltables: tiras de asado y chorizos.
No se trata de una costumbre ejercida al azar. El hábito es tan religioso que la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), el sindicato que nuclea a los albañiles, logró incluir tiene un artículo en su convenio colectivo que contempla la realización del asado de obra.
En el artículo 18, el convenio determina:
“La empresa habilitará locales higiénicos y techados para comedor de los operarios, con la capacidad y comodidades suficientes para la cantidad que lo utilice, con su respectiva parrilla para los obreros que almuercen en los mismos.”
Además, el acuerdo incluye que tres obreros deberán dedicar 3 horas pagas a la realización del asado para todo el personal.
Fuente: Cucinare