Sergio «Checho» Cantero, de 33 años, fue asesinado de varias puñaladas el viernes en la tarde en el santuario del Gauchito Gil, sobre la Ruta Nacional Nº 123 en Mercedes. Su padre, de 64 años, recibió heridas graves y hasta anoche continuaba internado en estado reservado. Y otro hombre también debió recibir asistencia médica, como resultado del brutal ataque. Hay tres personas detenidas y el hecho causó conmoción y una movilización para exigir Justicia.
«No estaba armado, no tenía nada para defenderse. Entraron a nuestra propiedad y lo mataron a sangre fría». Así resumió la esposa de la víctima, el momento en que ocurrió el crimen. Según declaró ante diferentes medios de esa ciudad, ella y sus hijos estaban presentes cuando los agresores ingresaron a su propiedad y atacaron a su esposo y su suegro.
La familia y allegados de la víctima apuntaron a un hecho premeditado. «Esperaron a que me quede sola y vinieron a buscarme», dijo la viuda.
La víctima murió por las heridas, prácticamente en el acto, ya que cuando lo intentaron ayudar en el hospital, notaron que ya estaba sin vida. Su padre fue atendido de urgencia y hasta el cierre de esta edición, sostenían que su estado era grave. Del otro sujeto lesionado, trascendió extraoficialmente que se trataría de un sujeto al que identificaron como «Pita» Rodríguez.
Por hecho detuvieron a un hombre de 62 años y a dos jóvenes de 26 y 30. Todos de una misma familia.
Reclamo de justicia sobre la ruta 123
Ayer al mediodía, cuando el crimen de Cantero tomó trascendencia en los medios, familiares y allegados de la víctima se congregaron de manera espontánea, en el kilómetro 120 de la Ruta Nacional 123, para pedir justicia.
Según hicieron notar, el problema con la familia acusada del crimen se inició por el pedido de la víctima de que saquen del lugar una serie de puestos ubicados en torno al santuario. «Lo mataron a sangra fría, a un joven que lo único que reclamaba era que no le invadieran su casa que está frente al predio del Gaucho», dijo uno de los manifestantes.
Además, por los detalles que brindó Yésica Rodríguez, la esposa del fallecido ante los medios, apuntan a que se trató de un crimen premeditado. «Él luchaba para que estas basuras, que ya se adueñaron de la Cruz Gil, quienes ya taparon todo el Gaucho, no vengan y hagan lo mismo enfrente de nuestra casa, por favor necesito que me ayuden para que todos exijamos la limpieza del Gaucho, por favor toda esta ‘familia’ está involucrada, lo asesinaron a sangre fría», publicó la mujer en su cuenta de Facebook.