A partir de hoy, 1° de agosto, comienza a regir el aumento del peaje que se aplicó en dos tramos y que se estimaba alcanzaría un 90%. El primero, en mayo, cuando la categoría de los autos convencionales pasó a 150 pesos, a partir de un monto anterior de 100 pesos.
El segundo estaba previsto para agosto, pasando la tarifa menor a 200 pesos. La categoría 2 se eleva a 400 pesos, la categoría 3 a 600 pesos, la categoría 4 a 800 pesos y la categoría 5 a 1000.
«Se busca atender la variación de precios registrada en ciertos componentes principales de los rubros de explotación, conservación y mantenimiento», justificaron en una circular emitida desde la oficia de Vialidad Nacional, tal como informó oportunamente EL LIBERTADOR en una edición pasada. Este reacomodamiento se planificó solapado con una «consulta ciudadana».
Es conveniente mencionar que en, esta coyuntura, la responsabilidad de Vialidad Nacional es por el aumento, sino por la necesidad de que certifique que las concesionarias mantengan, por lo menos, las banquinas.
En los hechos, los peajes se convirtieron en una «oportunidad» de negocios de la política, con prestatarias que no califican, pero que cobran.