Las ventas de autos se ven afectadas por la actual estanflación que atraviesa la Argentina. El estancamiento del monto de los salarios más la inflación desmedida que impacta en la suba de precios genera un presente áspero de transitar. Este rubro observa las limitaciones económicas que se están viviendo, pero mira con un poco más de optimismo el futuro.
UN CASO LOCAL
En comunicación con personal de una reconocida concesionaria que se dedica a la venta de autos y repuestos importados, un personal del lugar sentenció: «El mercado está complicado». El hombre entrevistado realizó un análisis sobre lo que sucedió en el pasado y dijo que «la situación viene en caída desde hace seis años, por lo menos. Desde la segunda mitad del gobierno de Mauricio Macri que nuestro rubro empezó a decaer. Cada año empeora en comparación con el año anterior».
«El aumento del dólar más la inflación de un 40 por ciento hicieron que los precios de los autos se disparen. Ahora estamos viviendo una situación atípica, en la que ayer era 10 y todavía no habíamos recibido listas con los valores actualizados. Esto es distinto a todo lo que ya vivimos, porque si bien en nuestro país tenemos inflación hace tiempo, entre el 4 y el 5 de enero nosotros siempre recibíamos los nuevos montos, los teníamos definidos. Ahora, lo único que tenemos es incertidumbre», describió.
Sobre lo que luego analizó: «El incremento fue muy fuerte y los sueldos no acompañaron, todo esto es porque no hay paritarias. Desde el Gobierno están viendo si sacan el impuesto al bien de lujo, pero con el dólar todavía no se sabe lo que va a pasar. Es por eso que se resintieron las ventas. Sólo se compran productos puntuales o los que están en oferta. Capaz antes les alcanzaba para pagar, pero ahora ya no llegan».
PRESENTE
Y FUTURO
Al describir la actualidad señaló que «el incremento del precio es de diciembre, más enero, más el precio del dólar oficial. La mayoría de los autos vienen desde Brasil o tienen un componente global importado, por eso aumentó tanto de golpe». Con lo que prosiguió: «En diciembre ya hubo subas bruscas, antes los primeros días del mes siempre teníamos aumentos. Empezaron a ser del 1 por ciento, pero últimamente los montos ascendieron al 10 por ciento».
Al ser consultado sobre cómo ve el futuro y qué expectativas tiene sobre el Gobierno actual expresó: «Hay que darle tiempo. Se están implementando políticas de shock que mueven el avispero de forma muy brusca. Tengo una cuota de esperanza y de fe, por lo menos hasta ahora están cumpliendo lo que dijeron, algo de eso están haciendo. El tema es ¿Cuánto tiempo vamos a estar así? Podemos aguantar tres o seis meses. Más de un año no, si las cosas no cambian en el corto plazo».
«El verano suele ser un buen momento para la postventa, repuestos y taller. No así para las ventas de vehículos que bajan durante los primeros tres meses del año. Creemos que para febrero el mercado puede tener cierta calma, de no recibir ninguna medida económica nueva», finalizó alentador.
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