CURUZÚ CUATIÁ. La Escuela de la Familia Agrícola (EFA) N° IS 46 Mensú Peguará, se encuentra en obras desde la segunda mitad de 2020 y espera poder estrenar sus remozadas instalaciones antes de fin de año. Así lo dejó entrever Cristian Almirón, rector del establecimiento, en declaraciones a una radio local.
El docente, sostuvo que «los trabajos están avanzados», en referencia a las refacciones y ampliación de la escuela de modalidad de alternancia que brinda educación técnica con un perfil agropecuario.
«En este momento los obreros están trabajando en lo que serán los futuros dormitorios de alumnos en la escuela, están avanzado bien, pero todavía no tenemos precisiones de cuándo podríamos utilizarlos, estamos esperanzados con que pueda ocurrir este año», comentó Almirón.
La EFA comparte espacio en una hectárea de terreno con la escuela primaria Malvinas Argentinas, emplazada en el kilómetro 70 de la Ruta Nacional 119, mientras el Gobierno provincial construye un nuevo edificio que tendrá salones, cocina comedor, dormitorios, sala de profesores, y sanitarios nuevos.
EN PANDEMIA
En el umbral del receso de invierno, las clases en la EFA se desarrollaron bajo la modalidad: presencial y virtual. «Aparte de las clases presenciales, otorgamos cuadernillos con tareas y actividades para que los alumnos puedan completarlos en casa», señaló, de manera que los chicos que no tienen conectividad puedan seguir estudiando.
EXPERIENCIA
Sobre la educación que reciben los alumnos, el rector comentó que desde el momento en llegan para inscribirse e ingresar al establecimiento se incentiva a los alumnos a armar su propia huerta, un vivero en casa y si tienen espacio criar algunos animales. «Para que todo lo que van aprendiendo en la escuela lo puedan replicar en sus casas», agregó el docente.
PRODUCCIÓN
PROPIA
En cuanto a lo que se produce en la Escuela reveló que se destina al consumo interno del establecimiento, al verse limitados por el poco espacio con que cuentan para llevar adelantes las actividades productivas. «Lamentablemente no tenemos producción a gran escala, por lo que no tenemos excedentes como para comercializar. Si tuvieramos la posibilidad de más lugar lo podríamos hacer, pero por ahora es para consumo de los chicos en el internado», sostuvo Almirón.