Mandiyú ganó con dos pilares fundamentales el primer chico ante Boca Unidos. Los goles de su delantero Lautaro Mendoza y Axel Corradini que se convirtió en héroe de la gran parcialidad del «albo» que orienta Domingo Centurión.
Corradini, atajó dos penales de gran forma en el etapa complementaria, primero a Edgar Villán. «Lo conozco, sé que le gusta picar la pelota, lo hizo en varias oportunidades, por eso esperé hasta último momento para elegir un lugar», reconoce que esa ejecución fue difícil porque el rebote salió hacia un costado y le quedó a Leonel Niz. «Tuve la suerte de taparle también el remate al delantero que le había entrado muy bien a la pelota desde buena posición».
Además, hizo referencia a lo que dejó este primer chico: «Salimos a comerlos crudos», dice tratando de relativizar los saludos de los compañeros y dirigentes en la zona de vestuarios. «En la primera mitad fuimos protagonistas, además de los goles tuvimos dos situaciones claras con los remates de Rolón Segovia y de Ferrandíaz». Después en su análisis afirma que la expulsión terminó revitalizando a todo Boca: «Si ellos descontaban en ese momento se iba a complicar, de todas maneras Boca fue superior a nosotros cuando quedamos con diez jugadores (expulsado Facundo Sosa por ser último recurso)».
Acerca de la ventaja que consiguió Mandiyú en la ida, entiende que «es una ventaja, pero está claro que la serie está abierta».
Corradini jugó en los últimos certámenes regionales en Comunicaciones de Mercedes y en el cierre de la nota le mandó un saludo enorme a sus padres: «Están en Chajarí y gracias al pedido que me hicieron, hoy sigo cursando el Profesorado de Educación Física.
.