Carlos Quiroz tiene 34 años y es el mercedeño que demandó al Estado nacional por los efectos secundarios de la vacuna AstraZeneca. En una entrevista con una radio capitalina, contó que hace dos años usa silla de ruedas.
“La segunda dosis es la que me hizo mal; a la semana empecé a sentir debilidad del lado derecho de una pierna, me impedía caminar y hoy estoy en silla de ruedas», precisó. Por prescripción médica, no volvió a aplicarse una tercera.
Quiróz contó que los primeros síntomas fueron hormigueos, “como que tenía frías la piernas. Primero en una pierna y pasando los 15 o 20 días, empecé a sentir que la otra no tenía fuerzas”.
Tras esos síntomas se hizo atender en Mercedes y le diagnosticaron hernia de disco. No conforme con este diagnóstico, viajó a Corrientes y le informaron que era mielitis transversa.
“A los tres meses de la aplicación me quedé en silla de ruedas; no siento las piernas, no me puedo parar, me quedé con debilidad en las piernas”, agregó.
La denuncia
Comentó que tras los primeros síntomas, una de las médicas que lo atendió fue quien hizo la denuncia y lo puso en contacto con el equipo de abogados que lleva adelante la demanda.
Están en la etapa administrativa, aguardando que lo llamen para una junta médica, “para ver si se hacen cargo de mandarme a un buen lugar para hacer mi rehabilitación”, detalló.
Señaló que algunos miembros de su familia también se aplicaron vacunas de ese laboratorio, y afortunadamente, por el momento no sufrieron de efectos adversos. En los estudios que se realizó, todos apuntan a que fue la vacuna.
Es importante aclarar que la demanda no se realiza sin antes agotar debidamente la instancia administrativa, ya que el reclamo no es contra los laboratorios que realizaron las vacunas sino al Estado argentino.
«La ley 27.753, es decir la ley de vacunas destinadas a generar inmunidad adquirida contra el Covid-19, sancionada en el año 2020, facultó al Estado nacional a disponer de la indemnidad patrimonial en los contratos que celebró con los laboratorios al comprar las vacunas. Es decir, que asumió la obligación de responsabilizarse en forma exclusiva por los posibles perjuicios que provocaran las vacunas», explicó el abogado Marcos Oviedo Chávez en una entrevista anterior con Tu Mercedes, quien representa a Quiroz.
«Quiero recuperar mi vida»
Antes de todo este problema de salud, Quiroz era carpintero y hacía repartos en un auto. “No pude trabajar más, después que me quedé así, mi mujer decidió irse para no guerrear con esto. Tengo tres nenas. Estoy en la casa de mis padres”, se lamentó.
Aseguró que nunca tuvo Covid-19, pero se vacunó porque le pedían el carnet en los controles camineros al realizar sus viajes.
También contó que tiene problemas para conseguir pañales. A veces viaja a buscarlos a la Capital correntina, con todo lo que esos inconvenientes demandan. “Quiero recuperarme, recuperar mi vida, volver a caminar… no depender de nadie más”, manifestó.