Por Graciela N Villalba
EL LIBERTADOR
Santiago «Bocha» Sheridan es, sin duda alguna, una de las voces actuales más convocantes del chamamé, una figura con extensa trayectoria en el escenario que logra conectar con el público en cada presentación.
En diálogo con EL LIBERTADOR, se refirió a la celebración del cuarto aniversario de la declaración del chamamé como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
«Ese momento fue algo tan especial, algo tan emotivo, porque estábamos esperando, porque la Unesco fue nombrando a diferentes países que iban logrando el reconocimiento, y nosotros esperábamos y esperábamos, y bueno, cuando lo logramos y nombra a Corrientes, ese reconocimiento fue una emoción tan grande, que la verdad, fue algo tan lindo, algo tan especial. Yo creo que la gente que estuvimos ese día en el teatro, como el Gobernador y otras autoridades, lo vivimos con una emoción muy especial por ese reconocimiento», recordó.
Continuó: «Estábamos esperando con todo el corazón así abierto para que sea reconocido y sea la música que nosotros queremos que sea, y hay que seguir, hay que seguir defendiendo quizás, hay que seguir haciendo cosas por nuestro chamamé, por nuestra música que es tan linda».
Como referente del género, el «Bocha» describió lo que significa para él esta música: «El chamamé es algo tan sencillo, una melodía tan linda y de acuerdo a la poesía, porque el público vive de una poesía, también el chamamé cuando se hace con el corazón, cuando uno interpreta el chamamé como uno quiere, ¿no? Y lo que uno pretende es llegar a la gente, tratar de que haya ese intercambio de amores entre el público y el artista cuando está en el escenario».
A lo que agregó: «Eso es algo tan lindo que no se logra muy fácil, por supuesto, y la juventud por ahí se preocupa por otras cosas, ¿no? Por tratar de que la gente baile, salte, pero eso es otra historia y yo he comprobado en el escenario de que la gente quiere también escuchar buenas letras, quiere escuchar buena música, le presta atención, vibra y vive de una manera muy especial también».
De acuerdo con su apreciación, «el chamamé con poesía y con buena música, interpretado como lo hacemos nosotros, sin instrumentos no convencionales por ahí, de la manera que lo hago yo, que lo hacemos nosotros, tiene una llegada muy especial. El público reacciona de acuerdo al artista y a lo que siente, ¿no? Eso es algo que a mí siempre me quedó».
«Entonces el chamamé para mí, como patrimonio inmaterial, creo que ha logrado esta llegada que buscábamos como patrimonio y todo lo que el chamamé trae consigo, que es el baile, el sapucai, el sentimiento, el compartir, el hacer un asado en la costa del río, que nosotros gracias a Dios tenemos esto, que por ahí no tiene la otra gente».
Finalmente, observó: «Nuestra juventud, viene haciendo las cosas bien, pero preocupándose, te voy a repetir, por muchos instrumentos que por ahí logran la vibración del público a través de la orquestación que ellos tienen, el movimiento que ellos logran con el ritmo fuerte hacia el público. Pero el chamamé es otra cosa. Para mí, por lo menos desde mi punto de vista, chamamé es sentimiento, chamamé es melodía, chamamé es compartir, chamamé es respeto sobre todas las cosas».
«Hacen falta canciones nuevas, hay muy poco y quizás haya que hacer algo para lograrlo»
Como figura reconocida, Santiago «Bocha» Sheridan habló de la actualidad del chamamé y la necesidad de que pueda sostenerse y continuar trascendiendo. «Hay muchos jóvenes que vienen haciendo las cosas bien, nosotros ya vamos pasando, vamos haciendo de tutor para muchos chicos jóvenes, por ahí un buen consejo, puede ser que logren escribir buena poesía sobre las vivencias de ellos, que por ahí son muy buenas. Entonces, lo que yo estoy reclamando, canción nueva hay muy poca y quizás haya que hacer algo para lograrlo», manifestó.
Es así que mencionó su experiencia: «En mi juventud, hace muchos años por supuesto, allá por el año 74, cuando se hacía en el Teatro Corrientes, en el cine-teatro Corrientes por las calles Córdoba y Junín, se hacía la canción nueva. Te nombro algunos de los que participaban, a algunos poetas y músicos como Antonio Tarragó Ros, Pocho Roch, Cacho González Vedoya, Mario Bofill, Cacho Espíndola, y a mí me tocó participar con un grupo que yo estaba integrando, Gualamba Cuatro, del Chaco, y participamos con un tema justamente que después salió elegido dentro de los temas que tenían que estar en un disco, y fue Fiesta Dorada, que es un tema que yo grabé, y que hoy muchísimos de los jóvenes cantan, y que es muy lindo, que es una descripción de lo que es la pesca, de lo que es el río, nuestra identidad sobre todo».
Flores del Alma: «El público quiere cantar y llorar conmigo»
El «Bocha» abrió su corazón al hablar de la canción Flores del Alma: «Julián Zini y Mario bofill, quienes han compuesto, dijeron: esta canción es del Bocha y de nadie más». A lo que agregó que «ellos dijeron: ‘Pueden cantar, todos, quienes quieran, quienes les guste, pero esta es del Bocha’. Obviamente, para los chamameceros y, dentro de ellos, a todos mis hermanos que están en mi corazón y siempre los recordamos a todos los chamameceros, y en especial al Gringo y a Michel». «Es la canción que me identificó y es la que yo canto y la que el público quiere cantar y quiere llorar conmigo», finalizó.
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