Hoy no se puede quemar campos», subrayó el bombero voluntario Gustavo Claus, quien al indicar que hablaba en representación de sus compañeros, pidió la colaboración de los ciudadanos en la prevención de incendios y agradeció a los habitantes de zonas urbana y rurales que colaboran de diversos modos cuando se registran siniestros.
Amerita recordar que en una entrevista que mantuvo en LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá y de la cual se informó en la edición del viernes, se refirió a distintos aspectos del servicio que prestan a la comunidad, no exento de riesgos hasta para sus propias vidas, de allí es que sostuvo la necesidad de la responsabilidad social en la conducta de cada persona, con el fin de evitar todo tipo de siniestros, no solamente ígneos.
UN EQUIPO DE
ATAQUE RÁPIDO
En ese sentido y frente a las circunstancias actuales, como es de conocimiento público en cuanto a los hechos que se registran en la provincia y en otras regiones del país, especialmente en áreas rurales y forestaciones, el servidor público anunció que una delegación del cuartel viaja a Córdoba en estos días para trasladar un equipo que ayuda al combate de fuego en el campo, que se denomina de Ataque rápido y es un tanque que se instala sobre un vehículo, para lo cual también se capacitará en su uso óptimo.
Si bien es joven, Claus ya tiene 18 años de tarea en la institución, una misión que no se la tiene presente permanentemente, aunque la comunidad no deje de valorarla y reconocerla, como lo apreció al recordar que en casos de emergencias como el de un supermercado el jueves 30 pasado, los vecinos están «siempre atentos a qué necesitamos; muchos brindaron agua, hielo, todo eso nos reconforta en el trabajo que hacemos».
Acontece lo similar cuando el fuego es en áreas rurales, donde los vecinos tienen un rol importante ya que -comentó-, cuando llaman por teléfono en auxilio a una dotación, se les consulta si en la cercanía se cuenta con otros elementos de tarea allí, como tractor, rastras, tanque de agua u otros para realizar un corte a la línea de fuego, de modo que se pueda ganar tiempo hasta que la autobomba llegue al lugar. Es aquí cuando agradeció el apoyo que ofrecen los habitantes y pidió que siempre ofrezcan esa valorable colaboración.
Manifestó de igual manera que en la dependencia se cuenta con elementos e indumentaria de trabajo, «aunque siempre algo se deteriora y al ser muchos importados, los costos son muy elevados, por eso las cuidamos con dedicación; son nuestras herramientas de trabajo», apuntó.
INICIO DE AÑO A PLENA TAREA
Luego, recordó los últimos siniestros en los que actuaron, con la prolongada sequía de trasfondo, que tras un tranquilo fin de año estrenaron el nuevo con nueve emergencias, de las cuales fueron una tragedia vehicular, dos principios de incendio en dos viviendas en la ciudad y el resto, focos forestales y de campo, entre banquinas, quema de postes de energía eléctrica -tal como sucedió en Santo Tomé y se informó en la edición del martes último-. «Se trabajó a pleno», remarcó.
La imprudencia, causa muchos daños
CURUZÚ CUATIÁ. El bombero voluntario, Gustavo Claus, al ser consultado en LT25 Radio Guaraní -como ya informó EL LIBERTADOR el viernes-, si se observa imprudencia de los ciudadanos pese a las riesgosas condiciones por la sequía, reflexionó que hay algunos que descuidan la conducta preventiva, desde arrojar una colilla de cigarrillo a la banquina o encender fuego para alguna actividad, lo cual provoca enormes perjuicios ecológicos, materiales, económicos y hasta pérdida de vidas humanas.
«No se suele pensar en el pos daño, todo lo que el fuego abarca y destruye; como siempre hablamos, desde el tendido eléctrico con sus consecuentes cortes del suministro hasta el hábitat de la fauna y flora por donde se propaga», reflexionó, para avanzar en consideraciones sobre el costo que demanda desplegar un operativo para sofocar las llamas. «En conclusión, el fuego hace un gran daño a todo», espetó.
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