El pasado sábado 23, el candidato a presidente de La Libertad Avanza, Javier Milei visitó la ciudad de Corrientes y sus partidarios desarrollaron una vehemente caravana en la que utilizaron motosierras y palas, por lo que Patricia Bullrich, postulante de Juntos por el Cambio, aseguró ayer que se trató de «una expresión violenta».
«Miren el último video que salió de la manifestación en Corrientes, miren la violencia», advirtió la ex ministra de Seguridad y agregó que lo preocupante es que «no es contra el kirchnerismo, es contra nosotros, contra mí personalmente como candidata a Presidente».
«Están repitiendo lo que fue La Cámpora, escupiendo periodistas, el país amigo-enemigo, destruyendo la convivencia democrática del país. Me impresionó mucho, es gente muy joven y con un nivel de violencia alto. Siempre la violencia verbal es el primer paso a un nivel de violencia más fuerte», aseveró mediante sus redes sociales la presidente del PRO.
Tan solo horas después de criticar a Milei por su relación con el sindicalista Luis Barrionuevo, Bullrich acusó al candidato de La Libertad Avanza de cambiar su última bandera. «Era muera la casta, ahora es viva la casta», sentenció la exministra de Seguridad.
Sus declaraciones se dieron en el marco de su recorrida de campaña en Jujuy, donde fue recibida por el gobernador saliente de la provincia y presidente de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales. En ese contexto, Bullrich volvió a cuestionar el vínculo entre Milei y el líder gastronómico.
«Si le vas a entregar el Ministerio de Trabajo a quienes han mantenido este status quo de tener seis millones de trabajadores en blanco, ocho millones de trabajadores en la informalidad y tres millones de trabajadores con planes sociales, en vez de haber alentado el empleo o ayudar a modernizar las formas del trabajo, evidentemente cambió tu última bandera. Antes era ‘Muera la casta’, ahora es ‘Viva la casta'», manifestó la candidata.
DESBORDE
Cabe recordar que en su visita por la Capital provincial, el actual diputado saludó a los militantes locales y visitantes que rugían de locura al verlo sonreír, esgrimir su puño derecho cerrado o blandir una motosierra de las muchas que eran parte del show callejero que terminó de nutrirse cuando la gente que habitualmente se recrea por la Costanera correntina, se convirtió en protagonista involuntaria de una caravana que avanzaba a paso de hombre porque el gentío movilizado se arremolinaba cerca del candidato, para lograr un apretón de manos o al menos un pequeño contacto.
La convocatoria incluía un pedido de acudir con motosierras, e incluso con machetes, para darle color local a la caravana con una herramienta primordial de las praderas correntinas, pero la cosa afortunadamente no ocurrió. Sí hubo un par de palas de trabajo, y cuando Milei las tomó y las exhibió, la simbólica leonera rugió con toda su potencia.
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