En Santa Ana de los Guácaras, se puso en marcha un proyecto de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste, que promueve la gestión de residuos orgánicos mediante el compostaje y así reducir la carga de los basurales a cielo abierto.
Este municipio de 5.000 habitantes, ubicado a unos 15 kilómetros de la Capital de Corrientes, dispone de -hasta el momento- los residuos sólidos en basurales a cielo abierto. Como parte de un plan de manejo de desechos, se propuso utilizar el compostaje domiciliario y una futura planta de reciclado, como herramientas para reducir el porcentaje de disposición final de la basura diaria.
El proyecto de extensión ya se encuentra en ejecución y su responsable es la ingeniera agrónoma, Amalia Romero, junto a la ingeniera Marcela Cossoli. Participan además la responsable de la cátedra de Microbiología, la ingeniera María Iglesias y otros integrantes del equipo: Juliana Borda y Mariel Krynski. También alumnos de la carrera: Susana Vázquez, Amilcar Correa y Mariana Ferreyra, entre otros. Tiene como eje el Desarrollo Medioambiental y Hábitat Saludable. Cumple con uno de los objetivos planteados por las Naciones Unidas en los ODS 2030.
El plan de trabajo contempla una jornada a realizarse en los próximos días, en lo que se hará una introducción al compostaje. Paralelamente se iniciarán las pilas de residuos en el comedor municipal, para el seguimiento del proceso.
Habrá encuentros posteriores con grupos de vecinos, en los que se analizarán los productos finales obtenidos a nivel domiciliario. Los estudiantes que participan del proyecto, tendrán a su cargo demostraciones sobre los parámetros necesarios para un buen producto.
«Buscamos conocer de qué forma los habitantes del Municipio están gestionando los residuos orgánicos, para lo cual se realizará una encuesta a una mayor escala», adelantó la ingeniera Romero.
Hasta el momento se cuenta con un relevamiento realizado en los establecimientos escolares. De allí se obtuvo la información de que el porcentaje de residuos orgánicos que va a bolsas comunes de desecho es de un 40 por ciento aproximadamente.
Como parte del proyecto, la Comuna comenzó el proceso de armar pilas de compostaje en su comedor, con los residuos generados en la cocina, a las cuales se les realizará el seguimiento para obtener un producto de calidad aceptable para su uso en huertas, jardines y espacios verdes, mediante algunos parámetros que definen la calidad según las normativas vigentes.
El tiempo de finalización de la iniciativa está previsto para principios de 2024. El resultado que se busca es abarcar todo el proceso de obtención de compost, principalmente en las pilas piloto en el comedor municipal, análisis de calidad y un encuentro de debates de resultados.
«Si bien el proyecto tiene una fecha de finalización, desde la gestión municipal están muy interesados en lograr un ambiente sostenible mediante prácticas de reciclaje y reutilización de residuos, disminuyendo la cantidad que es destinada a disposición final mediante una recolección diferenciada y una planta para el reciclado de estos residuos y otros», señaló la ingeniera Romero. «En consecuencia dimos nuestro compromiso de seguir involucrados tanto docentes como alumnos a seguir contribuyendo con el plan».
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