Corrientes entró oficialmente en la carrera de la investigación del cultivo de Cannabis con fines medicinales. Lo hizo a través de un proyecto encarado por los especialistas del Instituto de Botánica del Nordeste (Ibone), organismo de doble dependencia entre la Unne y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y una empresa privada, que busca analizar materiales genéticos de esta especie y su multiplicación, una vez determinadas sus adaptaciones a la región y sus cualidades benéficas en el tratamiento de diferentes enfermedades.
«Lo importante es que este proyecto fue aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación. Es el primero aprobado para la provincia y es uno de los diez en el país que trabajan en esta temática específica», dijo a EL LIBERTADOR la ingeniera agrónoma María Marassi, responsable técnica de la investigación.
Según explicó la investigadora, los especialistas del Ibone se ocuparán del desarrollo de protocolos de micropropagación y de perfiles genéticos de la especie Cannabis sativa con materiales que la empresa Brest & Brest SRL ingresará al país, provenientes de bancos de germoplasma de países como Estados Unidos y España, tras la aprobación del Instituto Nacional de Semillas.
«A esos materiales, se les va a hacer un perfil genético. Se los va a evaluar a campo, porque es posible que algunos se adapten bien para el cultivo en esta zona, pero es posible que otros no. Todo eso se tendrá en cuenta, a la vez que se analizan las propiedades medicinales de cada uno y luego se clonarán aquellos que reúnan una buena adaptación y propiedades medicinales», agregó la ingeniera.
«Encarar este proyecto representa un enorme desafío para el equipo, ya que nuestros conocimientos están orientados a otras especies, como arroz o maní en los que tenemos una amplia trayectoria de investigación en la región. Tenemos grandes expectativas porque se trata de un proyecto que tendrá un gran impacto en el futuro, cuando la sociedad pueda acceder a cada una de las variedades específicas para determinados tratamientos», concluía la investigadora en una nota publicada en la página oficial del Conicet.
Marassi también puso en relieve el interés de la firma privada por desarrollar este proyecto teniendo en cuenta las capacidades técnicas sobre cultivos in vitro y genética de los investigadores del Ibone. «Es una empresa correntina que buscó a especialistas de la provincia para llevar adelante este trabajo tan importante», indicó.
SUMO
INTERÉS
La aprobación del proyecto se publicó en el Boletín Oficial el pasado 23 de junio, a través de la Resolución 1779/2021 del Ministerio de Salud de la Nación. La decisión se encuadra en la Ley Nº 27.350 del año 2017, que establece las bases para la investigación médica y científica del uso medicinal de la planta de Cannabis y sus derivados.
Además de la ingeniera Marassi, docente-investigadora de la Unne, el equipo de trabajo está conformado por el investigador principal, Guillermo Seijo; el investigador adjunto, Germán Robledo; la investigadora asistente, Natalia Dolce y la profesional adjunta de la Carrera de Personal de Apoyo, María Laura Pérez, todos, docentes de la Unne y miembros del Conicet.
Mientras que, la gestión del convenio estuvo a cargo de la Oficina de Vinculación Tecnológica del Centro Científico Tecnológico Conicet Nordeste.
Las tareas en el Ibone, estarán a cargo de las áreas de Fisiología Vegetal e Interacción Planta-Microorganismo y de Citogenética y Evolución Vegetal, que trabajarán en sus laboratorios para poner a punto protocolos de micropropagación que permitan una alta tasa de multiplicación y estabilidad, así como el monitoreo de la estabilidad genética de las plantas producidas in vitro.